‘Soy mi cuerpo’, un poemario que discute la fragilidad humana

‘Soy mi cuerpo’, un poemario que discute la fragilidad humana

“Para soportar/ el crujir del dolor/ te miro incendiando mi alma/ porque fuerte es el amor, como la muerte/nada la desafía/ ni siquiera mi todopoderoso y sublime amor”, dice ‘Tiempo’, uno de los sesenta y ocho textos líricos que conforman ‘Soy mi cuerp

“Para soportar/ el crujir del dolor/ te miro incendiando mi alma/ porque fuerte es el amor, como la muerte/nada la desafía/ ni siquiera mi todopoderoso y sublime amor”, dice ‘Tiempo’, uno de los sesenta y ocho textos líricos que conforman ‘Soy mi cuerpo’, poemario de la escritora quiteña Aleyda Quevedo.

La obra fue publicada originalmente en 2006. Su alta demanda impulsó a la publicación de esta segunda edición, que fue presentada recientemente en la Feria Internacional del Libro de Bogotá y que será lanzada en el Puerto Principal en septiembre.

La obra, que cuenta con comentarios críticos de Rafael Courtoisie, Floriano Martins, Juan Secaira y Alicia Ortega, profundiza, como lo indica su título, en el cuerpo humano desde la vulnerabilidad.

Quevedo añade que el libro analiza “el cuerpo y su lugar en la sociedad, a partir de los cuestionamientos y desgarramientos que plantean la enfermedad, la muerte y el amor”, y añade que este “se escribe desde un territorio corporal femenino y masculino a la vez, una geografía llamada cuerpo, desde lo sagrado y desde la libertad, que solo el conocimiento profundo del cuerpo, permite alcanzar”.

La autora indicó que la obra tardó tres años en escribirse. Debió pasar por un arduo proceso de depuración de lenguaje. Cada texto lírico es parte de la reflexión íntima y fueron revisados nuevamente para esta edición.

Los poemas son cortos y directos. Las imágenes, bellas y a su vez desgarradoras, transmiten al lector una sensación de inquietud e incomodidad que, dice Quevedo, fue también parte de su proceso de escritura.

“La poesía no se escribe desde una zona de confort. Cuando escribo de erotismo, de sexualidad, del cuerpo femenino y del ser andrógino, de la muerte y de la soledad, nunca estoy en mi zona de confort. Siempre se escribe desde estrujar y desatar el lenguaje y desde morder las angustias y los fantasmas”.

Y en esto no se equivoca, pues a través de sus breves versos, logra cautivar al lector y obligarlo a pensar en su propia fragilidad y a cuestionar el sentido de su vida.

Para Quevedo, este traslado hacia la reflexión es fundamental en la poesía, especialmente en ‘Soy mi cuerpo’, obra que critica a una sociedad en la que prima lo efímero.

“A partir, del enfrentamiento con la enfermedad es posible repensar el cuerpo que se adorna y se acopla a la moda. Parte del imperio de lo efímero es la moda, el maquillaje, las redes sociales y la televisión. Pero cuando vives la circunstancia de la enfermedad, o el uso de medicamentos y experimentas la muerte de seres que amas, esos elementos de lo efímero pierden toda validez e importancia. No hay cabida para lo que queda en la superficie, porque la enfermedad te obliga a repensar por qué y para qué estás en este mundo y qué clase de muerte quieres”.

La obra, editada por el sello Libresa, ya se presentó en Quito y Riobamba. En Bogotá, esta se lanzó en dos universidades, dos librerías y dos centros educativos. Su presentación en la ciudad se hará en el marco de la Feria Internacional del Libro de Guayaquil.

Sin embargo, Quevedo ya está trabajando en algo nuevo.

“Acabo de finalizar la escritura de un nuevo libro de poesía, y al tiempo he comenzado otro. Los primeros los dibujé durante mis días bogotanos. Trabajo también en la revisión de la traducción al francés de mi libro: “Jardín de dagas”, un poemario que se publicó en 2014 en México, y que en septiembre aparece una edición en Cuba... Preparo, además, una antología personal de 100 poemas que se publicará a finales de este año en Argentina”.