Rumba. ‘Timochenko’, con la imagen del ‘Che’ en un concierto.

El ‘look’ de las farc

En la conferencia de las FARC, que culminó el pasado viernes en los Llanos del Yarí, un hecho captó la atención: la variopinta y autóctona vestimenta de los insurgentes.

El ‘Che’ en camisetas, pulseras y dijes, coloridos ponchos que parecen chalinas, boinas con pines de Lenin, de ‘Tirofijo’ y hasta de Minnie Mouse: la moda guerrillera mostró sus tendencias esta semana en la conferencia de las FARC en Colombia.

El ‘look’ revolucionario dominó las calles de tierra y los campamentos en las selvas del aislado paraje El Diamante en los Llanos del Yarí, donde las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, comunistas) se reunieron para ratificar el acuerdo de paz con el Gobierno, que firmarán mañana lunes, y preparar su transformación en movimiento político legal.

Con la paz en el horizonte tras 52 años de conflicto, no solo se vieron a los rebeldes con el clásico uniforme verde oliva. Había camisetas de colores, pañoletas camufladas a tono con los pantalones militares, cadenas doradas y gargantillas artesanales, modernos broches para el pelo y adornos tejidos a mano por los propios insurgentes.

“Al guerrillero le gusta mucho la artesanía”, señaló ‘Paula Sáenz’, de 26 años y ‘piercing’ en una ceja, un detalle que, como los tatuajes, comienza a ser popular en filas de las FARC.

Los símbolos insurgentes abundaban en bisutería, gorras y accesorios. Figuraban la estrella, la hoz y el martillo y, como no podía ser de otra manera, omnipresente apareció la imagen de Ernesto ‘Che’ Guevara, ícono de la revolución cubana que inspiró a las guerrillas colombianas surgidas en los años 1960.

Todos los rebeldes de las FARC parecían tener una camiseta del ‘Che’. “La mía es negra con la estampa en blanco”, contó ‘Wilder’, de 19 años y cinco en las FARC. Pero las hay rojas, beige, con citas libertarias, con la bandera de Cuba de fondo.

El propio líder máximo de la guerrilla, Timoleón Jiménez, ‘Timochenko’, lució una camiseta blanca del ‘Che’ durante el concierto de los ‘Rebeldes del Sur’, grupo de música popular de las FARC que cantó el pasado fin de semana en la conferencia.

En esos espectáculos que diariamente cerraron los debates desfilaron, cual pasarela, guerrilleros y guerrilleras luciendo el accesorio obligado: los ‘poncho-chalinas’, un rectángulo de tela liviana con agujero al medio, similar al típico poncho colombiano.

“Si nos ven con él saben que somos guerrilleros”, aseguró ‘Juan’, de 35 años, acomodándose el suyo blanco y negro sobre una camiseta Nike. “Sirven para sacarse uno el sudor y también para la ‘pinta’”, añadió.

La prenda lleva en la boina el emblema de las FARC: un mapa de Colombia con dos fusiles cruzados y un libro abierto, con la bandera colombiana de fondo. “Ahora quizá se cambia”, agregó ‘Juan’, en alusión a la prevista dejación de las armas.

Los ‘poncho-chalinas’ se imponen entre los guerrilleros, emulando la emblemática imagen del líder histórico Manuel Marulanda, alias ‘Tirofijo’, con su pequeña toalla sobre los hombros, un gesto que casi todos los miembros de la cúpula de las FARC replicaron al inaugurar su conferencia nacional el sábado 17.

Ese día, todos llevaban la camiseta blanca con el logo de la conferencia: los rostros en celeste grisáceo de ‘Tirofijo’, Jacobo Arenas y Alfonso Cano, extintos líderes históricos de las FARC. La misma prenda fue entregada a periodistas como obsequio en un bolso color crema también con el logo.

La fotografía del ‘Mono Jojoy’, el famoso jefe de la zona del Caguán abatido en 2010, se repetía igualmente en llaveros, pendientes y pines.

En lo que parecía una preparación para su reinserción en la vida civil, esos días en las improvisadas tiendas de El Diamante los guerrilleros miraban pantalones, camisas, zapatos.

“Todo el mundo está comprando ropa civil para después”, contó César Peña, un ecuatoriano de 35 años que viajó desde San Vicente del Caguán, a unas cinco horas, por una precaria carretera.

Muy cerca, en la fonda con billar donde rebeldes y lugareños se encontraban, ‘Karla’ de 29 años, con su largo cabello negro y uniforme camuflado afirmó: “Uno es guerrillero y se le enseña que la ropa de civil no es necesaria. Seguramente ahora es otra etapa y nos acostumbraremos”.

Los comandantes “nos pidieron usar buzos blancos por la paz, pero no tenía”, se excusó ‘Mario’, un guerrillero de 36 años que durante el concierto del grupo de reggae Alerta Kamarada llevaba una pañoleta palestina de fondo verde oliva.