La modelo croata Valentina Alilovic, radicada en Ecuador, encarnó en la diva estadounidense en 1989.

‘Like a prayer’, la oracion de Madonna que toco el cielo

El cuarto álbum de la reina del pop, que llegó al número uno de la Billboard 200, tuvo varias aristas. En su trigésimo aniversario, EXPRESIONES rinde homenaje a la canción que dio título al disco.

Desde los inicios de su carrera en 1983, Madonna se atrevió a tocar abiertamente temas como el sexo y la religión. Pero si hubo un año en que ella se lanzó con todo, ese fue 1989.

Para aquel momento su anterior álbum, True blue, publicado en 1986, la había consagrado como ídolo del pop. Al año siguiente grabó la película Who’s that girl, que fracasó en taquilla, aunque algunos de sus temas de la banda sonora se escucharon en las discotecas, ubicándose bien en los rankings radiales.

En 1988 debutó en Broadway con Speed the plow, que fue un éxito para la crítica. Su retorno a la música tenía que ser a lo grande y su estado emocional tenía mucho que ver. La artista ya estaba por cumplir 30 años —la edad en que murió su madre— y la situación sentimental con Sean Penn derivó en un divorcio.

Toda esta crisis existencial la plasmó en su cuarto disco de estudio, lanzado en marzo de 1989. Like a prayer fue la producción que la consolidó como artista y expuso su madurez como intérprete y compositora.

Capturó a un público adulto y colocó seis sencillos en las primeras posiciones: Express yourself, Cherish, Oh father, Dear Jessie, Keep it together y la canción que dio título al álbum, Like a prayer, que vendió 15 millones de copias y en la que nos centraremos en este especial.

El video y la iglesia

En esa época la televisión por cable no era para todos, y los adolescentes en Ecuador podían ver el videoclip de Like a prayer en programas como Sintonizando (TC) y El show de Bernard (Ecuavisa).

El audiovisual no fue censurado, como sí había pasado con Self control, de Laura Branigan, cuatro años antes. Bernard ya se había atrevido a no hacer caso a los ‘televidentes conservadores’. En 1988 lo hizo, al mostrar a la cantante italiana Sabrina enseñando un pezón mientras se zambullía en una piscina al ritmo de Boys, boys, boys.

Madonna aparece bailando en medio de cruces en llamas y abre la vitrina de un templo en la que se aprecia una estatua que representa a san Martín de Porres. El santo cobra vida y se da un beso con ella.

Entre los símbolos que se utilizan también están los estigmas de Cristo en las palmas de las manos de la artista. Todo esto junto a una historia paralela en la que una mujer es asesinada por una pandilla de blancos, y un afrodescendiente que la auxilia, al ser descubierto por la policía, es apresado injustamente.

Opiniones

Para mí el mensaje fue muy claro desde un principio: ir en contra del racismo; pero para ese momento fue muy escandaloso pese a que Madonna manejó muy bien el marketing. Recordemos que hace 30 años todavía existían tabúes y no había inclusión. Fue muy adelantada para su época. Hablamos de una visionaria que rompió esquemas, y el éxito está ahí. Llegó a ser número uno... Y no solo fue un disco, una canción o un vídeo, para mí significó una gran era para ella. Fue el inicio de una etapa en la que se la empezó a tomar en serio. Los críticos resaltaron su potencial, dejó de ser una artista producto para convertirse en una gran artista”.

Víctor Monroy, fan.

“Me acuerdo que fue todo un boom, yo ya estaba en radio. El estreno de este gran clásico de Madonna ocurrió en uno de los mejores momentos de su carrera. Si bien la canción fue muy bien recibida por el público, también recuerdo que hubo rechazo por parte de grupos religiosos por el video musical, que en aquella época fue catalogado como una falta de respeto. Incluso algunas cadenas internacionales llegaron a vetarlo, pero lo que lograron fue darle más fuerza a este tema que suena hasta hoy”.

Christian del Alcázar Ponce, comunicador y empresario artístico.

“Es una canción increíble. Las máquinas musicales de los 80 trabajando al máximo en sus programaciones con guitarras, coros y voces en vivo. Madonna polémica y arriesgada como hasta hoy, llamando la atención de cualquier manera y consiguiendo comentarios buenos y malos, como funciona la carrera. Me quedo con la primera frase del tema... ‘La vida es un misterio en el que los inocentes son culpables y los culpables, libres. Dudar es lo más fácil, creer sin ver, lo complicado, la fe’. Su look genial, el cabello oscuro le queda de lo mejor. Revolucionó la época, que fue seguramente lo que buscaba”.

Fabrizzio Ferretti, músico y cantante.

“Ha sido una artista que siempre ha buscado generar polémica en todo lo que hace y siempre he creído que muchas veces ha sido innecesaria, que no precisamente es muy respetuosa de la fe cristiana. Por el contrario, siendo tan buena artista, pues sin duda lo es, y muy buena compositora, muchas de sus interpretaciones y coreografías son extraordinarias. Siempre he pensado que toda esa provocación no es más que una búsqueda constante de espiritualidad, porque es evidente que le importa muchísimo. Solo abogo por el respeto a la fe de miles de millones de personas que en ocasiones se ha visto ofendida con sus performances”.

María Susana Rivadeneira, activista social, artista plástica y empresaria.

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