Práctica. Los graduados de la UMO demostraron las técnicas aprendidas para enfrentar masivos disturbios.

‘Hombres de negro’ del orden

Con los toletes tamboreando en los escudos, los tres pelotones avanzaban en picada. Los ‘hombres de negro’ hacían su salida en medio de la expectativa de sus familiares y la aprobación de sus superiores. A pocos pasos, una multitud los esperaba en dos

Con los toletes tamboreando en los escudos, los tres pelotones avanzaban en picada. Los ‘hombres de negro’ hacían su salida en medio de la expectativa de sus familiares y la aprobación de sus superiores. A pocos pasos, una multitud los esperaba en dos frentes con barricadas de llantas, sacos de cocos y bombas caseras.

Al grito de avanzada, agentes de la Unidad de Mantenimiento del Orden (UMO) provistos del equipo táctico antidisturbios (blindado) corrían en grupo para enfrentar a los revoltosos.

Con técnicas especiales y la utilización de agentes químicos y disuasivos, los pelotones comenzaron a desalojar a los revoltosos y recuperar el espacio. Todo, en un simulado escenario, cuya misión era trasladar a un detenido y evitar una fuga masiva de presos.

El simulacro se desarrolló -la mañana de ayer- en el Cuartel Modelo de Guayaquil, durante la clausura del sexto curso avanzado de operaciones de mantenimiento y restablecimiento del orden público, en el que participaron 45 servidores policiales de las zonas 4, 5 y 8.

Durante tres meses, los uniformados fueron capacitados por instructores nacionales y elementos de la Policía de Brasil y España, para actuar en espectáculos deportivos, culturales, marchas, desalojos, traslado de detenidos; entre otras actividades donde exista aglomeración de personas o concurrencia masiva.

A decir del mayor Luis Puga, segundo al mando de la UMO Zona 8, es la sexta promoción pero el cuarto curso de avanzado que se realiza a nivel nacional. En Quito se desarrolló de manera simultánea la quinta, con 50 uniformados.

“Antiguamente éramos una compañía de mantenimiento del orden donde se trabajaba con policías que no tenían la preparación suficiente para combatir este tipo de eventos de asistencia masiva de personas...”, recuerda el oficial al resaltar la preparación que recibe ahora la UMO.

Pero el apoyo llega además para otras unidades especiales, cuyos elementos han sido atacados -en los últimos tiempos- por civiles, en operativos ejecutados para detener a sospechosos de delitos o drogas.

“Vamos a participar en operativos. Se ha hecho las recomendaciones necesarias para que las unidades que vayan a hacer alguna intervención en lugares donde se presume vaya a haber este tipo de incidentes se pida la colaboración de la UMO para poder proteger más que todo a los policías que van a estos operativos”, revela Puga.

La falta de implementos necesarios para protegerse de objetos contundentes como piedras, botellas, hace que el policía que actúa en operaciones antidelictivas trate de ponerse a buen recaudo para precautelar su vida, explica el oficial.

De allí que la labor de ellos será proteger no solo al compañero; sino a los funcionarios públicos que participan en esas acciones y evitar en esos casos la fuga de los sospechosos.