La oposición se movilizó nuevamente ayer en Caracas, su quinta protesta contra el gobierno de Nicolás Maduro en lo que va de abril, una estrategia que eleva la tensión social y volvió a generar violencia. Un grupo de jóvenes respondió con piedras a los ga

‘Apagon’ de Maduro a los noticieros digitales

Bloqueadas en Venezuela tres señales que transmitían las manifestaciones. Eran las únicas que hablaban de la oposición.

Alfredo Meza

El régimen de Nicolás Maduro está decidido a imponer la hegemonía del pensamiento único. Las señales de las páginas web de Vivo Play, VPI Televisión y Capitolio TV, que se transmiten a través de Internet, no pueden ser vistas en Venezuela por decisión de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel), el organismo rector del sector. Dos empresas que proveen el servicio de Internet en el país sudamericano han confirmado a EL PAÍS que la medida está vigente desde el viernes.

La disposición ha dejado en ascuas a una población ya sometida a un apagón informativo de facto desde hace cuatro años. Estas tres señales eran las únicas que transmitían en directo las actividades de la oposición y tenían equipos en la primera línea de las manifestaciones. Al régimen, que no ha confirmado la medida, parece haberle disgustado que la población haya sobrepasado sin mayores contratiempos la presión que ejerce sobre las televisiones locales para que censuren cualquier contenido que visibilice a la oposición.

La televisión venezolana libre se acabó en 2013. Ese año la estación Globovisión, hasta entonces la bestia negra del Gobierno de Hugo Chávez, fue adquirida por el inversionista Raúl Gorrín, muy cercano al chavismo, quien reorientó la línea editorial a la medida de los intereses del régimen. Globovisión seguía así el camino de Venevisión y Televen, dos canales que abandonaron la confrontación con el Gobierno.

Pero Nelson Hullet, cofundador de Vivo Play y vicepresidente de mercadeo en la televisora, no parece dispuesto a aceptar la censura ni a sumarse a ese grupo. “El Gobierno no nos ha informado siquiera si tomó la medida y si existe una investigación contra nosotros”, afirma en diálogo telefónico con este periódico. Hullet ha confirmado que el bloqueo solo rige para quienes visitan la página web (www.vivoplay.net) desde Venezuela, pero la señal puede ser sintonizada en el país a través de una aplicación que funciona para todas las plataformas.

Para enfrentar ese inconveniente, desde el viernes su equipo difundió a través de las redes sociales otros modos de burlar el bloqueo dispuesto por Conatel. Más arriesgado que difundir las formas de superar el bloqueo ha sido ceder su señal para que sea difundida en diez portales venezolanos más visitados. Vivo Play es una plataforma de paga fuera de Venezuela. De momento ha sido un éxito.

La apuesta de Vivo Play demuestra hasta qué punto los medios digitales venezolanos están dispuestos a dejar de lado las rivalidades para vencer la censura. Es una experiencia novedosa para enfrentar lo que se considera como una arremetida sin precedentes contra el derecho de recibir información oportuna, establecido en el artículo 58 de la Constitución.