
Lolabum: cuatro hombres, un solo miedo
¿Es usted mayor de edad desde hace años y su vida ya no mejora? Quizá deba escuchar la música de esta banda.
Los primeros años de la adultez provocan un limbo en la estabilidad de muchas personas. Confianza, casualidad y dinero se contraponen con la emoción de los sueños y la independencia total. Cada quien los afronta según sus posibilidades, pero si eres músico y tienes una banda con tus ‘panas’ quizá te salga un disco y una gira con fechas ‘sold out’.
Lolabúm tiene algo más de tres años de formación y casi sin quererlo se ha convertido en una de las bandas más fuertes de la escena alternativa del país. Pedro Bonfim, Martín Erazo, José Miguel Fabre y Joaquín Prado exponen sus tristezas y miedos de la manera más musical. Tristes trópicos (2018) es su segundo álbum y en él han explayado varios de los puntos de vista sobre su vida, que por ahora, son circunstancias propias de la edad.
“Es muy loco saber que éramos los ‘chamos’ de la escena y ahora ya llenamos los lugares de los shows y la gente escucha todos nuestros temas”, comentó Pedro, vocalista, algo sorprendido. Aún así, el show de ayer en Guayaquil en el MAAC Cine, que cerró la gira de presentación de su álbum, se agotó días previos a la tocada.
Los ‘Lola’, aunque tienen una visión clara de lo que les gusta y que la música es su gran pasión, aún se dejan sorprender por lo que ven y oyen a su alrededor. Para esta entrevista con EXPRESIONES se adentraron en una tienda de antigüedades de Guayaquil, y entre objetos de antaño cargados de historia al igual que sus canciones, contaron los detalles de su producción musical.
Tristes trópicos es un álbum con el que pretenden afrontar la independencia y el miedo a salir de la zona de confort. Además, tiene una gran mezcla de su experiencia de vivir en las dos ciudades más grandes del país, Quito y Guayaquil.
“Este disco nace de la experiencia de vivir aquí (Guayaquil), de venirme a vivir solo y estudiar en otra ciudad. Porque es importante salir de donde eres, de tu barrio, de tu ciudad. Hay que irse cuánto antes porque tenemos la costumbre de vivir lo que más podamos con nuestros papás y a veces eso no nos deja crecer. Y ha sido la experiencia que más me ha hecho aprender de mí y de la vida”, explicó Pedro. Sus compañeros viven en Quito mientras terminan sus estudios en Música.
Pero no todo ha sido miedos y tristezas. Con sus temas, además de plasmar gran parte de sus sentimientos, han podido consolidarse y ganar miles de adeptos. Las cifras de Spotify no mienten: consiguieron 1 millón de reproducciones y más de 57 mil seguidores.
Aunque le seguirán sacando el ‘jugo’ a la tristeza, ya están pensando en nuevas canciones. “No podemos esperar. Seguimos componiendo. Queremos volver a entrar al estudio”, soltó Martín Techo Erazo.
Ecuatorianísimos
* Los 15 temas del disco han pegado de manera especial con su público de edades contemporáneas, ellos creen que se debe a que están “pasando las mismas situaciones”, pero también porque se sienten orgullosos de lo nacional.
* “Uno de los temas que más gusta es El Ecuador. En Spotify es de los cinco más escuchados”, explicaron. Pedro resumió que toda su música es “presentar que somos ecuatorianos sin tener que caer en lo folclórico, porque es algo que no hacemos en verdad. Queda implícito”. En algunos tracks de solo sonido ambiente se mezclan sonidos grabados en el centro de Guayaquil o de discursos políticos.
Imperdibles
* Al inicio de su formación tuvieron dos integrantes femeninas, ambas bateristas. Ahora estudian en el extranjero.
* Tienen pensado sacar varios videoclips, es posible que Pócima sea el primero en salir y sea grabado en vivo.
* Además de El Ecuador, tienen un tema inspirado en este puerto Guayaquil Ticy.
* Los cuatro integrantes revelaron que lo más extraño en su carrera musical hasta ahora ha sido reconocer que están teniendo adeptos apasionados. En los ‘meet and greet’ les han pedido hasta autógrafos para tatuarse.
* Tienen un microdocumental de la grabación de este álbum en su cuenta de YouTube.
Según datos proporcionados por el encargado de la tienda, la espada que lleva Pedro fue una de las tantas que pertenecieron a Eloy Alfaro. Lo contrasta con una documentación.