Llegar a viejo
El 1 de octubre pasado, como cada año, se celebró el Día Internacional de las Personas de Edad, llamado en nuestro país del Adulto Mayor. El tema para conmemorar este año fue “la necesidad de posibilitar y aumentar la contribución de las personas mayores en sus familias, comunidades y sociedades, a través de vías efectivas que garanticen su participación, teniendo en cuenta sus derechos y preferencias”.
La Organización de las Naciones Unidas determina que en la actualidad casi 700 millones de personas son mayores de 60 años y que para 2050, las personas de 60 años o más serán dos mil millones, lo que representará más del 20 % de la población mundial. Sin embargo, hay la necesidad de replantearse no solo lo que significa la vejez, sino desde cuándo alguien puede ser considerado adulto mayor.
Recientemente las Sociedades Gerontológica y Geriátrica de Japón han puesto en cuestionamiento el umbral de 65 años que hasta ahora se había manejado desde la biología, aunque no existiría un argumento claro para ello. El estudio establece que las personas de 75 a 79 años presentan la misma velocidad de marcha y la misma fuerza de agarre que las que están en el rango de 65-69 años. Ante esto han propuesto la necesidad de establecer una nueva categoría de clasificación en tres grupos: la prevejez, para el rango de 65 hasta los 74 años; la vejez, entre 75 y 90 años y la supervejez, para quienes pasan de 90 años.
Estos nuevos límites están ligados a la expectativa de vida, la cual difiere significativamente entre los países desarrollados y aquellos que están en los niveles más bajos de cumplimiento de factores como calidad de alimentación, cuidados de salud, entre otros. Así, por ejemplo, la expectativa de vida de las personas en Japón es de 84 años, mientras en Zambia es de 38 años, similar este último a lo que podía tener al nacer alguien a inicios del siglo XIX. Según la ONU, la expectativa de vida al nacer de un ecuatoriano, en la actualidad, es de 75 años: 73 para los varones y 78 para las mujeres, e irá incrementándose en los próximos años.