Lideres para gobernar

Si tuviésemos que buscar un título para un reto que congregue a todos los ecuatorianos, ese debería ser: “Se buscan líderes para gobernar”. ¿Se imaginan cómo sería de diferente nuestro futuro, si nos gobernaran líderes preparados para asumir su rol?

Esta semana tuve el placer de representar a Corpei en la entrega de premios Prácticas Ejemplares que se otorgan cada año por iniciativa de la Corporación Líderes para gobernar, que nos demuestra que otro Ecuador sí es posible.

Un grupo de valiosos empresarios jóvenes y emprendedores vienen impulsando con pasión iniciativas para ser un referente nacional como efectivo promotor de la gobernanza, identificando, compartiendo y conectando líderes que trabajan para mejorar la vida de los ciudadanos.

En la concurrida noche de premiación, al estilo de la entrega de los Óscar, se premiaron las mejores propuestas en salud, educación, medioambiente, igualdad de género, desarrollo urbano y productividad. También se entregó un premio especial a la mejor cooperación público-privada, inspirado en la vida de Ricardo Estrada, a fin de reconocer aquellas prácticas de alianza entre las instancias públicas y privadas para lograr objetivos comunes en beneficio de una comunidad y el desarrollo del país.

Este premio, que orgullosamente entregué a nombre del jurado, recayó en el Comité Central de Mujeres de la Unión de Organizaciones Campesinas e Indígenas de Cotacachi, que decidieron proponer a su joven alcalde una iniciativa de comercialización embotellada de la chicha de jora, bajo la marca Sara Mama.

La encuesta de Perfiles de Opinión publicada este mes refleja que los niveles de desconfianza más altos recaen en los partidos políticos, seguidos por la Justicia, la Asamblea, el Consejo Electoral, la Contraloría, la Fiscalía y la Procuraduría, con una desaprobación sobre el 65 %; asimismo, indica que la confianza se sigue manteniendo en la Iglesia y en la fuerza pública.

Con estos números aplaudamos la misión de la corporación. Una nación que no puede confiar en sus autoridades civiles no tiene futuro.