Una ley mal concebida

El gobierno ha enviado una propuesta de ley económica urgente a la Asamblea. Es un enjambre de normas que, en su conjunto, violan el principio constitucional (art. 136) que prescribe que las leyes de tal naturaleza solamente pueden versar sobre un tema, lo que obliga a la Legislatura a no tramitar el proyecto.

Pero, más allá de este aspecto de fondo, el texto revela una vez más un sentimiento de desorientación en las acciones de gobierno. Ejemplos al punto incluyen la medida populista de quitar las deducciones a los contribuyentes que perciben más de $100.000, lo cual equivale a bajar sus remuneraciones en alrededor de un 20 %, y todo ese barullo ¡para recaudar $30 millones! Se propone instaurar el impuesto a las ganancias de capital en la venta de inmuebles, pero al mismo tiempo se proclama que se debe favorecer a la construcción para reavivar el empleo. Se baja los aranceles a los teléfonos pero se impone ICE a los planes pospago sin dar paso a la competencia, al mejor servicio y la mayor penetración geográfica. Del Banco Central se pretende vuelva a tener los fundamentos de un banco de emisión, idea inconcebible en tiempos de dolarización. Total, es una legislación que no merece ser aprobada.

’Es un enjambre de normas que, en su conjunto, violan el principio constitucional (art. 136) que prescribe que los proyectos económicos urgentes solamente pueden versar sobre un tema’.