Lecciones de la crisis de GE

General Electric (GE) fue retirada del índice Dow Jones de la Bolsa de Valores de Nueva York; era la única de las empresas fundadoras que aún quedaba. Lo sucedido a este otrora símbolo del capitalismo estadounidense y empresa modelo, sirve de referencia a empresas para no cometer errores que pongan en juego su existencia. GE estaba en muchos negocios: turbinas de aviones, energía, financiación, electrodomésticos, equipos médicos, etc.; en todos, los resultados eran óptimos. Fue pionera en la aplicación de métodos y herramientas gerenciales, como el proceso de planeación estratégica. El modelo de negocio de GE se basaba en tamaño y poder dominante en cada sector. La ventaja tecnológica de manufactura se compartía entre sectores; la plana gerencial recibía permanente educación interna, manteniendo el alto nivel de profesionalismo. Esas ventajas no se hubieran logrado si la empresa no diversificaba. GE empezó a tener fuerte competencia con Sony, Samsung y otras, en sus productos tradicionales.

Una de las características de esta corporación fue la estabilidad de las máximas autoridades, en más de 130 años de vida apenas ha tenido 7 presidentes ejecutivos. La estabilidad gerencial es gran ventaja si quienes ocupan el cargo son altamente calificados y si el directorio lo controla.

Para diversificarse de las líneas tradicionales, GE compró financieras dentro de EE. UU. y en el extranjero, además adquirió nuevos negocios en el peor momento. La Gran Recesión del 2008 hizo ver que el modelo de GE había fracasado. La empresa se había convertido en enorme financiera, más del 50 % de los ingresos provenían de ese sector. El mercado la identificó con el sector bancario, el más golpeado en esa crisis. Adicionalmente, otros negocios de reciente adquisición dejaron de ser rentables. El presidente ejecutivo, Jeff Immelt, no tuvo otra opción que comenzar a vender empresas en el área financiera y otras. El directorio no controló a Immelt, convirtiéndose en cómplice. La historia terminó con su renuncia y el despido de miembros del directorio.

El mundo está lleno de minicorporaciones como GE.