Le gustan las frituras Cuidado con el alzheimer
Un estudio asegura que el consumo excesivo de grasas trans eleva el riesgo de sufrir esta enfermedad degenerativa.
Si es de los que consume casi a diario frituras, galletas y alimentos procesados, debería comenzar a controlarse si no quiere elevar su riesgo de desarrollar alzheimer.
Un estudio que acaba de publicarse en la revista Neurology asegura que cuando las grasas trans se encuentran en niveles elevados en el organismo, las posibilidades de padecer esta enfermedad o cualquier otro tipo de demencia aumentan entre el 50 % y el 75 %.
Para llegar a esa conclusión, los investigadores hicieron un seguimiento durante una década a 1.600 voluntarios que bordeaban los 70 años. Vigilaron su dieta y los niveles de grasas trans.
Allí confirmaron que su consumo excesivo y continuo causa inflamación y acumulación de una proteína llamada amiloide, que se relaciona con la demencia. Por efectos como este es que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha pedido que las grasas trans se eliminen en el mundo en 2023, algo en lo que algunos países ya están trabajando. Lo solicitan no solo para ayudar a reducir las probabilidades de sufrir alzheimer, sino también para disminuir el riesgo de padecer enfermedades cardíacas, vinculadas con su consumo. Según las estadísticas de este organismo, la ingesta es la responsable de más de 500.000 muertes al año en el mundo.
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Estas grasas son muy utilizadas por la industria del alimento para mejorar el sabor y para elevar su vida útil, pero causan múltiples afectaciones a la salud, que continuamente son registradas por científicos del mundo.
¿Dónde se encuentran estas grasas? En las frituras, en la comida rápida, en la margarina, en la mantequilla clarificada y también en los bocadillos o snacks y productos horneados.
Por eso, los especialistas recomiendan comenzar a reducir su ingesta, para tratar de frenar o retrasar la aparición del alzheimer, que es una enfermedad degenerativa y progresiva que afecta al cerebro. Causa debilidad y desorientación. Uno de los síntomas más comunes es la pérdida de memoria, que va muchas veces acompañada de cambios de humor. Con el tiempo, se pierde la capacidad de recordar y de coordinar movimientos.