Es el primer vicepresidente de la Asamblea Nacional de Venezuela. Diputado por el estado Zulia. Es ingeniero eléctrico. Está casado. Tiene tres hijos. Es presidente del partido Un Nuevo Tiempo que forma parte de la Mesa de la Unidad Democrática.

“La unidad no es un traje a la medida de nadie sino del pais”

Al hablar de unidad política en la región, la oposición en Venezuela es un ejemplo. En diciembre logró 109 diputados en la Asamblea luego de un largo proceso de unidad.

Cuelga su teléfono celular y pide disculpas. “Era una llamada que debía tomar”, dijo. Pese a estar lejos no está desconectado de lo que pasa en su país, Venezuela. Está de paso por Ecuador invitado por la Alcaldía de Machala a dictar una conferencia. Habló con EXPRESO desde el décimo piso del hotel Hilton Colón ante una vista panorámica del norte de Guayaquil. La unidad, la situación venezolana son algunos temas.

¿Cuál es la clave para consolidar un proceso de unidad?

Es importante ver el objetivo que se persigue. Construimos la unidad para defender la democracia en Venezuela de un gobierno totalitario que controla todos los poderes del Estado. La unidad lo que busca es abrir una brecha para equilibrar los poderes. En Venezuela hay partidos de todas las tendencias coincidiendo en dos cosas: un plan de rescate del país basado en la justicia social; y un plan de rescate de la democracia basado en el equilibrio de poderes. Nos hemos comprometido en unos acuerdos mínimos para que la unidad funcione. Las ideologías pueden ser una amenaza al igual que los personalismos y los egos.

En el camino hay sacrificios...

Muchísimos. Construir la lista de candidatos para la Asamblea Nacional del año pasado dejó mucha gente en el camino. La forma de construir es con sacrificio y reconocimiento. La unidad no se puede hacer a expensas de nadie. Tiene que reconocer los espacios de tal manera que permita la convivencia y la supervivencia de todos... La unidad se construye en el mutuo reconocimiento y aceptación del otro.

Una cosa es lograr la unidad y otra es mantenerla ¿qué la mantiene cohesionada?

El objetivo común. No perderlo. Hay eventos que debilitan a la unidad que tienen que ver con iniciativas individuales fuera del proceso.

¿Qué puede fraccionar una unidad?

El personalismo. El pensar que es mi turno por encima del otro.

¿Pasó en Venezuela?

Ha pasado y seguirá pasando. Lo importante es saber que cuando ocurra es posible vencerlo.

La situación en su país es crítica. El Tribunal Supremo de Justicia venezolano declaró la inconstitucionalidad de la ley de emergencia de salud para la ayuda humanitaria ante la escasez de medicinas. ¿Qué pasará?

El TSJ ha sido uno de los verdugos de la democracia y la Constitución en Venezuela... El corazón de la ley es darle el marco al Ejecutivo para que reciba la ayuda internacional y la distribuya. El Gobierno, que no mueve un dedo para solucionar la crisis, fue capaz de decir que no. El pueblo está muriéndose de hambre, en los hospitales, con inseguridad. La Asamblea quiere ayudar, pero el Gobierno la bloquea. Cómo se le puede llamar a ese Gobierno. Yo lo he catalogado como un Gobierno psicópata. Dirigido por un psicópata como el presidente actual. Es una palabra dura, pero no tengo duda frente a lo que está pasando.

La Organización de Estados Americanos quiere mediar...

Ojalá pueda estar a la altura... No creo que esté preparada. Los gobiernos en el Consejo Permanente que el 23 (de junio) evaluará si activa la Carta Democrática no les interesa lo que ocurre en Venezuela. Ojalá genere un proceso de diálogo. Creemos que la solución es un referéndum revocatorio.

La ley de Amnistía fue vetada. ¿Cuáles son las vías para liberar a los presos políticos?

La oportunidad de liberar a nuestros presos de conciencia ocurrirá a través de un entendimiento del Gobierno con la oposición, o en la oportunidad de un cambio de Gobierno que pueda generar el mecanismo para la reconciliación. Siempre he dicho que la persecución política es la peor de todas.