“Estos son los elementos de una sociedad en decadencia”

Se están perdiendo los valores que hacen del hombre el privilegiado ser que Dios formó, dotándolo de razón para que fuese el rey de la creación; una gran parte de nuestros compatriotas sólo piensa en un enriquecimiento económico aunque se tornen moralmente pobres de solemnidad; se está perdiendo el respeto al pasado y a las tradiciones personales que crean vínculos y deberes cuyo cumplimiento causan siempre satisfacción; pero no es ese el tipo de satisfacción que se busca; lo que se persigue con audacia ilímite es sobresalir en el árido campo de acumular riqueza no ganada con honradez y trabajo, sino apoderándose de los dineros ajenos.

Resultado de esto es el espectáculo tristísimo de personas que pasan con rapidez mágica de un estado de estrechez económica, que nadie censura, a una vida de lujos que jamás antes tuvo. Son estos elementos de una sociedad en decadencia quienes propician que el Estado se encuentre en la obligación de intervenir para preguntarles por lo menos, a qué circunstancias se debió el cambio tan violento en su condición económica. Mi convicción de que el hombre tiene derechos que no pueden ser tocados por nadie y que entre ellos se encuentra su vida privada, choca necesariamente con mi pensamiento, aún más fuerte de que todo delito debe ser sancionado cualquiera sean sus autores.

Eco. Mario Vargas Ochoa