“La sociedad esta mirando como normal drogarse en los parques, en las calles...”

Cuando aconteció el feriado bancario, una ola migratoria surgió en el Ecuador. Convencidos de que no había futuro, muchos migraron; entre ellos padres de familia que dejaron a sus hijos con sus tíos, abuelos, vecinos, etc.

Esa orfandad dejó un vacío a niños y jóvenes que debieron buscar alternativas para amortiguar su soledad, algunos empezaron a drogarse. La situación se agravó con la despenalización del consumo de droga, que haciendo una mala interpretación de la ley, consumidores y no consumidores; creen que inhalar marihuana, heroína u otros es legal. Entonces, la sociedad está mirando como normal la libre drogadicción.

Como consecuencia, también se está volviendo normal estas clínicas de adicciones que representan solo un paliativo ante el descuido y ausencia de las entidades gubernamentales. Pero tenían que fallecer 18 personas, que ingresaron a uno de estos centros con la esperanza de recuperarse y empezar un nuevo camino, para que los burócratas recuerden que ellos cobran un salario para hacer su trabajo.

¿Por qué esperar a 18 personas que fallecieran y tener 15 heridos para hacer cumplir la ley si ellos ya sabían cuántas clínicas son ilegales y cuáles son? ¿Por qué casi siempre tiene que ser el sector vulnerable de la población el más afectado?

Wendy N. Zambrano León