“En La Puntilla se prohiben los actos que generen bulla”
Los centros de distracción deben cumplir con el máximo de ruido permitido. Algunos no podrán realizar eventos al aire libre. El que no cumpla será clausurado.
Luego de varias denuncias y quejas generadas por el ruido y los problemas del tránsito que, a decir de los residentes, provocan los establecimientos de entretenimiento que se levantan en la vía a Samborondón, el Municipio resolvió que estos deberán someterse a algunos cambios.
Además de contar con un estacionamiento exclusivo y suficiente para sus clientes (un requerimiento que, como ya publicó EXPRESO antes, solicitaban desde hace meses los habitantes), las discotecas, bares, peñas, karaokes, teatros y restaurantes no deberán generar ruidos que excedan los máximos permitidos en la ley (en el día 60 decibeles y en la noche 50).
“Si no se cumple con lo establecido, vamos a clausurar los locales. Y si reinciden, el cierre será definitivo”, precisó ayer el alcalde José Yúnez, al revelar que las normas fueron previamente socializadas y aceptadas por los propietarios de 13 centros nocturnos. “Hemos dispuesto que se prohíban los actos que generen bulla”, advirtió.
En los últimos meses, los espacios de diversión ubicados entre el km 1,5 y el km 3,5 de la vía, conforme han declarado los vecinos, han provocado tal bulla pasadas las 23:00, que no han podido dormir ni salir al balcón a conversar.
“Hay días en los que me resulta imposible incluso ver televisión en mi dormitorio por la agresión acústica que desde los jueves percibimos”, relata Pablo Chiriboga, residente de Bosques de Castilla. “El escándalo es tal que la gente está desesperada por irse, quiere vender sus viviendas, pero no hay quién las compre por estos malestares. En las noches uno pasa tenso, con los nervios de punta. Hay que ser un robot para no verse afectado por los alborotos”, agrega Juan Falconí Puig, del edificio Esmeraldas (km 1,5).
Otros moradores denuncian en cambio que el ruido de las fiestas que se celebran desde los bares que se encuentran en lo más alto de algunos edificios, llega a escucharse incluso al interior de la Clínica Kennedy, ubicada en el mismo perímetro.
“Hace poco mi esposo fue ingresado por dos noches, y en ambos días lo que vivimos fue insoportable: música electrónica, reguetón, voces que retumbaban de los parlantes. Es ilógico, un irrespeto al ser humano”, dice Manuela Sarmiento, residente.
Respecto a estas molestias, algunos negocios ya han acatado las medidas. “En el restobar de Alhmabra (km 3,5), por ejemplo, los administradores se han comprometido a no realizar fiestas abiertas o shows que provoquen ruido. Y Biblos, cuya área social abierta era alquilada para fiestas, ha fijado usar solo los espacios cerrados para este fin”, asegura el alcalde.
Con respecto a la plaza gastronómica Food Garden, solo deberá vender comida y ofrecer el servicio de bar, pero los shows nocturnos (conciertos, discotecas) se cancelan, indica. “Si ellos, a través de diversos mecanismos, buscan cómo mitigar por completo las molestias, se podría permitir algún tipo de espectáculo”. La idea, asevera Yúnez, es que ya no exista la necesidad de hacer llamadas al ECU-911 o al Cabildo para denunciar los hechos, como hasta hace poco lo hacían.
La disposición de no celebrar actividades en espacios abiertos la deberán acatar incluso espacios como el Teatro Sánchez Aguilar (TSA), que esporádicamente desarrollaba ferias en su explanada. “Allí el parqueo será usado como lo que es, parqueo. Solo se aprobarán actividades que no generen bullicio ni desorden, y puedan ocupar una parte del estacionamiento y no todo”, notifica mediante un documento el Concejo Cantonal de Samborondón. La vocera del TSA lo corrobora.
Al momento, para evitar estragos, las autoridades municipales, además de la Policía, el comisario y el Cuerpo de Bomberos, están realizando operativos para confirmar que los negocios no emitan ruido y respeten el horario de funcionamiento, y que los vehículos que los visitan no estén trepados en las veredas o frente a los hidrantes de los bomberos.
SOLUCIONES
Un negocio toma medidas ‘provecindad’
Frente a los cambios solicitados por el Municipio de Samborondón, Food Garden, uno de los lugares de entretenimiento de La Puntilla, realizará cuatro cambios en su negocio, con el objetivo de mantener una buena convivencia con el vecindario, aunque precisaron en un comunicado enviado a este Diario que están en una zona comercial con todos los permisos en regla.
Las medidas serán: la colocación de una pared acústica de más de 200 metros cuadrados; el redireccionamiento y reingeniería del sistema de audio con cambio de parlantes de largo a corto alcance; la insonorización de áreas de influencia sonora con vidrio de doble capa y cámara tipo ‘burbuja’ acústica; y el recubrimiento de áreas con material acústico hecho con lana de vidrio, material que absorbe las ondas acústicas. EOS