
“El prestigio nos llevo hacia Peru”
Desde hace 24 años tiene su mirada puesta en la actividad pesquera. Su dinámica no solo repercute en las finanzas de su empresa, sino en la ruta que a diario debe trazar. La recesión económica que vive el país, admite, también se siente en el mar ecuatoriano, pero eso no será algo que lo ate de brazos. Gosseling de Vries ya tiene un plan para Probrisa.
El año pasado esta firma, una de las más importantes proveedoras de insumos para el sector pesquero, facturó $ 18’500.000, un 10 % menos de lo registrado en el 2014, explica este ingeniero industrial, pero seguramente una cantidad superior a lo que esperan lograr este año. El 2016 no pinta bien y por ello estiman un decrecimiento del 10 %, producto de las menores capturas atuneras y los bajos precios que hay en el sector. No obstante, en medio de este escenario, De Vries nos habla del alivio que ha sido poder contar con el mercado peruano, una nación a la que llegaron hace ocho años y por la que seguirán apostando en el 2016. “En ese país hemos hallado mucha estabilidad porque ha venido teniendo un crecimiento económico sostenido. Para nosotros es una oportunidad. En el 2015 crecimos (en Perú) un 30 % y en lo que va del año las ventas han subido un 50 % allá”.
Según De Vries, el prestigio de Probrisa fue lo que les permitió entrar al país vecino, pero instalarse en Piura no fue tan sencillo: les tomó años acoplar la oferta a ese mercado y entrar a negociar. “Allá lo que más se demanda son las redes de pesca. Es un sector que trabaja mucho con especies como la anchoveta o morenillo”, dice este empresario de 47 años.
Actualmente, Probrisa cuenta con un portafolio de 2.900 ítems de productos que se reparten en el sector pesquero (su principal mercado, con el 70 %). El resto lo complementa con insumos que provee al sector petrolero y de construcción. Los inicios de la empresa, relata De Vries, se remontan al año 1982, cuando su padre, un holandés de igual nombre, decidió fundar la compañía en la ciudad de Guayaquil, para más tarde extender su labor hacia Manta, Quito y Perú.
El proceso de expansión ha sido uno de los proyectos que él ha debido controlar durante su gestión, la cual asumió en 1998 cuando su padre le entregó la gerencia general. Su reto para este año seguirá la misma línea, y si Perú le da buenas señales, la inversión se enfocará allá. La meta a mediano plazo, cuenta, es montar de tres a cuatro nuevas sucursales en ciudades aledañas a Piura y seguir consolidando la firma en ese mercado. “Acá en Ecuador esperaremos a que las cosas mejoren. Esta no es la primera crisis económica que vivimos, pero esto nos obligará a ser conservadores. La idea es estar bien posicionados como empresa para cuando el mercado local vuelva a funcionar”, prevé.