“En este nuevo ano compartamos un gesto de bondad, una sonrisa”

La gran energía que recibimos ya como individuos o como el gran conjunto de la naturaleza, se lo debemos al sol, cuya luz sale de su interior debido a que los átomos de hidrógeno están en constante colisión produciendo helio, lo que hace que se genere una inmensa liberación de energía en forma de luz que ilumina a los demás cuerpos del sistema solar. De esa luz y energía solar, nosotros como planeta tierra recibimos una pequeña porción, la necesaria e indispensable para la vida. Debiendo destacarse que el equilibrio cósmico es perfecto, en lo que se refiere a la distancia entre el sol y la tierra, pues si estuviéramos más cerca, nos “cocinaríamos” y a la inversa si estuviéramos un poco más alejados, nos congelaríamos.

El sol si no libera su energía, se calentaría en exceso y terminaría explotando, de allí que al dar luz y generar vida, se mantiene activo y evita u autodestrucción; entonces podemos decir que el sol sobrevive porque da. Nosotros tenemos ese ejemplo, debemos dar para tener una razón para vivir, porque caso contrario, el egoísmo y vanidad puede crecer. Recordemos al sol que libera su energía y luz para sobrevivir. Más gozo hay en dar que en recibir. Compartamos este año por lo menos un gesto de bondad, una sonrisa.

Ab. Fernando Coello Navarro