Trabajo. Hugo Tobar entregó su análisis del transporte fluvial en 1987.

“El Municipio es el que debe pagar el estudio, no yo”

Es el GAD el que tiene la competencia, argumenta este experto. “Yo ya hice un estudio. Y eso lo sabe el alcalde Jaime Nebot, que entonces era gobernador del Guayas (1984-1988)”.

Tras la entrevista que EXPRESO realizó al doctor en Ingeniería Marítima Hugo Tobar, en donde afirmó que “es una vergüenza no usar el río para transportarnos”, el gerente de la Autoridad de Tránsito Municipal, Andrés Roche, respondió a su sugerencia de reactivar el transporte fluvial invitándolo a presentar un estudio detallado y sustentado.

En ese documento, dijo en un anuncio el jefe de la ATM, debe demostrar que ese tipo de transporte puede competir con el costo del pasaje de los buses urbanos o la Metrovía.

Tobar responde. “El Municipio es el que debe de pagar el estudio, no yo”. Es el GAD el que tiene la competencia, argumenta este experto. “Yo ya hice un estudio. Y eso lo sabe el alcalde Jaime Nebot, que entonces era gobernador del Guayas (1984-1988)”.

Tobar se refiere a “los estudios definitivos del transporte fluvial en Guayaquil”, que costaron alrededor de 22,6 millones de sucres (en esa época, aproximadamente 113.000 dólares) y que fueron solicitados por el entonces presidente de la República León Febres-Cordero, a través de la Unidad Ejecutora de Transporte Masivo, a cargo del ahora alcalde.

Su compañía, Tacti, realizó el análisis. Allí se concluía que, “el 95,7 % de la gente de Guayaquil aceptaría usar embarcaciones como medio de transporte”.

La investigación halló dos rutas posibles diferentes: la de los ríos Daule y Guayas, que comprendían las estaciones Guasmo norte, Pradera, Caraguay, Mercado Sur, Centro, Las Peñas, cerro del Carmen, La Atarazana, Terminal Terrestre, Sauces y Guayacanes.

Y la de los esteros Salado y Muerto, que incluía paradas fluviales en Fertisa, Malvinas, Tres Bocas, Plan Piloto, Batallón del Suburbio, Portete, la 17 y Puente 5 de Junio.

“El estudio fue entregado en 1987. Y en 1988, Rodrigo Borja llega a ser presidente, asesina el transporte náutico y transfiere las obligaciones de la Unidad Ejecutora de Transporte Masivo al Ministerio de Obras Públicas, en Quito”.

Fue esta entidad, también, la que creó los puentes fijos que tiene la ciudad y cuya infraestructura también contribuyó a matar la navegabilidad de Guayaquil, opina Tobar.

Borja también fue quien instauró lanchas pesadas de acero de baja velocidad (ocho nudos) y no construyó las estaciones fluviales que se habían sugerido en aquel estudio.

“El Municipio debe pagar una nueva consultoría. Yo ya hice ese trabajo”, recomienda Tobar.

Su propuesta

Movilidad

El proyecto de Tobar iba a transportar por los ríos Daule y Guayas a alrededor de 100.000 pasajeros por día. Otros 80.000 viajarían por la ruta del estero Salado y del Muerto. Esto en 1987.

Complemento

Tobar aclara que este transporte sería un complemento para las otras formas de movilización. En el análisis se afirma que, según encuestas, habría aceptación ciudadana al sistema.