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“Con mis hijos no te metas”

Es la consigna cívica e ideológica de la organización unitaria de familias católicas y evangélicas que hoy realizarán una marcha masiva de rechazo a algunos artículos del proyecto de Ley Orgánica para la Erradicación de la Violencia de Género Contra las Mujeres. Cuestionan y rechazan que el Estado se atribuya funciones que competen al fuero estrictamente familiar.

El proyecto fue presentado por el Ejecutivo. Dicen que ahí hay disposiciones jurídicas que dejan a un lado el rol de la familia en la orientación y formación educativa de la sexualidad de niños y adolescentes, y que a pretexto de buscar que la mujer sea protegida contra la violencia, en la propuesta se incluyen disposiciones que nada tienen que ver con la erradicación de esta hacia las mujeres. Expresan que lo que se pretende es “que los padres de familia no participen en la orientación sexual de niños y adolescentes”.

Contra lo que llaman “intromisión estatal y exclusión de la familia en la formación sexual de sus hijos”, levantan una cruzada ideológica, cívica, educativa y jurídica. Según ellos, el proyecto de ley “atenta contra los derechos de las familias y de los padres para orientar y educar la sexualidad de sus hijos”. Católicos y evangélicos, unidos en una marcha nacional expresarán su rechazo a algunos aspectos del proyecto. Los que impugnan son aquellos que tienen disposiciones respecto a la “autodeterminación sexual y de género en niños y jóvenes”. Los organizadores sostienen que se pretendería que estos elijan libremente su orientación sexual. Para estas organizaciones las definiciones de este artículo introducen ideas según las cuales la familia quedará al margen de la educación y orientación sexual de los hijos.

También rechazan el contenido del artículo 19, donde se contemplan políticas públicas para la prevención de la violencia. Según ellos, entre sus trece numerales hay algunos que no orientan hacia una línea de no agresión de género sino que estimulan una “liberalidad sexual que promueve verdaderas desorientaciones”. Los miembros de estas organizaciones sostienen que esto afecta al rol de los padres de orientar en estos ámbitos a niños, adolescentes y jóvenes. Ante ello es necesario que los autores del proyecto mediten bien y atiendan las demandas de estos importantes sectores ciudadanos. Ignorarlos no es la mejor medida.