Así quedó el dormitorio de los Flores Giler la tarde del lunes. Un año antes el movimiento del muro ya lo había  afectado.

“Hace un mes denuncie que el muro iba a caer”

Cuatro noches lleva un grupo de familias afectadas por caída del cerco. La ejecución de dos obras habría debilitado cimientos

Hasta la tarde del pasado lunes las familias que habitan en el condominio ubicado en la manzana 800 de la urbanización Las Cumbres (sector Ceibos Norte) tenían una piscina.

Bueno, podría decirse que aún la tienen. La diferencia es que ahora gran parte de esta yace semioculta bajo varias toneladas de material pétreo y un enorme muro de hormigón que a eso de las 18:12 de este lunes, justo en el momento en que sobre la ciudad caía una enorme lluvia, se vino abajo, irrumpiendo de manera peligrosa en la vida de las 14 personas que residen en ese edificio.

“La piscina es lo de menos. Ha sido el riesgo al que hemos estado expuestos”, dice Ingrid de Alarcón, cuyas dos hijas, de 18 y 15 años, jugaban precisamente minutos antes en aquella alberca. “Lo peor de todo esto es que ya lo habíamos previsto. Hace un mes denuncié que el muro se iba a caer”.

Para sustentar esta afirmación, muestra las copias de un documento con fecha del 9 de febrero del 2017 que presentó ante la dirección de Justicia y Vigilancia del Municipio.

La denuncia menciona que como consecuencia del proceso constructivo de dos edificios, aparecen ciertos daños en columnas y paredes del inmueble donde habita, junto con otras tres familias.

En el documento se indica que por la intensidad de las lluvias “el peligro se hace mayor” y que “en prevención de posibles accidentes fatales” solicitaba a la brevedad posible una inspección técnica.

Hubo una reacción por parte de la Municipalidad. Se pegaron los respectivos sellos de suspensión de obras. Sin embargo, nada detuvo el panorama peligroso que se acrecentó con cada lluvia.

“Como aparecían más grietas, el lunes volví a presentarme en el Municipio y convocaron a las partes para este viernes (hoy). Pero ya pudo haber pasado lo peor”, agrega esta madre de familia. El muro cayó esa misma tarde.

¿Responsabilidades? La mañana de ayer, inspectores de la dirección de Obras Públicas y de la Corporación de Seguridad Ciudadana de Guayaquil recorrieron el escenario del incidente. Uno de ellos comentó: “Esto es la suma de todos los errores”.

Las dos construcciones corresponden a futuros condominios. Uno da hacia la avenida principal, extensión de la Leopoldo Carrera Calvo. El otro da a la calle interna donde está el edificio afectado.

El primero comenzó a levantarse hace más de un año. Justo en esos días se hizo evidente el problema de cimentación. Hubo fisuras en el muro de contención del condominio y movió un techo de policarbonato aledaño a la piscina.

Aquella vez se pidió al dueño que se responsabilice de los daños y remedie el problema de cimentación.

Ayer, quien adujo ser dueño del edificio cuyo muro cedió (no quiso dar su nombre) le aseguró a EXPRESO que “la construcción de abajo desniveló todo el terreno”.

Se refirió a la otra obra que se ejecuta desde hace tres meses aledaña al condominio. “Sacaron una montaña de tierra. Esto será tramitado por medio de un juzgado de lo civil”, agregó. RGS

Niño adivinó el peligro

La habitación principal de la familia Flores Giler quedó destrozada. Soportó parte del peso del muro que cedió varios metros. Hasta la noche del viernes pasado era el lugar donde la joven pareja dormía con su hijo de un año y siete meses. “El niño se resistía cada vez que lo llevábamos al dormitorio. El viernes dijimos que podía ser un anuncio, por lo que decidimos cambiarnos de cuarto. Y justo tres noches después ocurrió todo esto”, relató Alberto Flores, el padre de 27 años, que ahora piensa abandonar el condominio.