“El menosprecio a los demas”
de todo da la mata; mediocres con iniciativa e intelectuales de alto nivel sin la más mínima chispa de creatividad. En el fútbol, grandes jugadores han sido malos como entrenadores; jugadores mediocres, en cambio, han sido grandes entrenadores porque han sabido enseñar y no menospreciar a los que saben menos. David fue un pastor de ovejas, Salomón el más sabio; ambos fueron reyes de Israel; sin embargo, el emblema de ese país se llama Estrella de David, no de Salomón. ¿Por qué? Porque Dios escoge a los más viles y menospreciados para avergonzar a los sabios y entendidos y más aún si éstos son orgullosos y soberbios. (1 de Corintios 1:27 y 28).
Miguel Ulloa Paredes