Es como una especie de mantra que las personas creyentes en Dios utilizan para apaciguar la angustia en momentos en los cuales las cosas no salen como se quiere y para entender por qué nos suceden ciertas cosas en determinado momento, sean estas positivas o negativas.

Es cierto, las cosas suceden por algo, experimentar situaciones buenas o malas solo hace que ganemos experiencia. Es decir, que por cada cosa que pedimos o deseamos hay un tiempo de espera y es inevitable. “Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora”. Eclesiastés 3:1. No comamos ansias ya nos llegará nuestro tiempo perfecto,

Dr. Manuel Posso Zumárraga