Miguel Ángel Loor Centeno se declara un guayaquileño a carta cabal, por eso se atrevió a dar la idea de cambiar el nombre de River Ecuador a Guayaquil City en junio pasado, ya que “quería sentirlo mío”. De su primera temporada al mando del club porteño, pondera el crecimiento institucional ante lo deportivo. Ya para la campaña 2018 anhela que el equipo “sea competitivo” y obtenga un premio que ha sido esquivo, asistir a un torneo internacional.

- ¿Cuál es su balance de 2017?

- El análisis es dependiendo de la óptica de cada quien, de los proyectos o metas que cada uno tenía. Nuestras metas iniciales eran consolidar este equipo como uno de primera A, hemos podido comprobar que sí lo hemos logrado. Luego, buscábamos una bonificación de clasificar a un torneo internacional que no se nos dio; sin embargo hoy hay un equipo sólido, una institución más seria, eso quería.

- Al hablar de consolidarse, ¿a qué se refiere?

-El periodismo, la hinchada, quiere hablar netamente de lo deportivo, pero para nosotros es importante la estructura. Ocuparnos de las divisiones formativas, lo que representa tener su propio estadio y lo que puede este brindarnos, como camerinos, rueda de prensa, etc.

- ¿Todo el proyecto Guayaquil City le resulta complejo?

- Sarna con gusto no pica. Yo estoy feliz y tenemos una proyección muy alta de lo que podemos lograr como institución.

- ¿Por qué bajó tanto el nivel en la segunda etapa? En la primera hubo un alza importante.

- Ya son cosas netamente técnicas y nosotros ahí tomamos decisiones, y en efecto, nos dimos cuenta de que el equipo se estancó y empezó a perder mucho el ritmo que tenía y decidimos tomar un cambio.

- ¿Quién es la voz o voces pesadas en el camerino?

- Como jugadores, hoy están Damián Frascarelli, Walter Ayoví, Emiliano García, Flavio Caicedo, creo que esos son importantes. Yo, por lo general, hablo con Damián o Walter.

- ¿Qué tan bien le vino la incorporación de Ayoví?

- Walter es un tipazo, que va para adelante, que suma; experimentado, otro nivel de futbolista. Es calidad de verdad.

- Ayoví ya tiene sus años, ¿ha conversado con él sobre un posible retiro y seguir en el City?

-Sí, hemos hablado con él; de alguna manera le he abierto la posibilidad de que cuando él decida retirarse tiene las puertas abiertas del club para trabajar con nosotros. Lo único que él responde es que le encanta el fútbol y siempre va a estar vinculado, ya sea como futbolista u otro cargo.

- Despidió del equipo a varios futbolistas, ¿a qué se debió?

- Sin puntualizar a los jugadores, no nos daban los resultados y no empataban con el proyecto o la visión que uno tiene a futuro. Nosotros tenemos una mezcla de gente con experiencia, pero la mayoría deben ser chicos jóvenes que se puedan producir y que tengan mejor futuro en el fútbol ecuatoriano. Por ejemplo: La sub-18 quedó vicecampeón nacional, la sub-12 campeón, creo que hay talento.

- ¿Seguirá Martín Alaniz?

- No seguirá. Es un jugador que tiene un nivel superlativo cuando quiere jugar. Tenemos propuestas de él en el exterior y probablemente saldrá.

- ¿Dónde le gustaría reforzarse?

-Necesitamos reforzar adelante, la defensa también, porque han salido tres centrales. De delanteros se queda Dorregaray y Naula, que es un chico que tiene un futuro grande por delante, puede terminar haciendo 30 goles por año. Tiene claro dónde quiere llegar. Tiene unas cualidades espectaculares.

- ¿Habla aún con el expresidente del club, Mario Canessa?

- Sí, siempre suma. Converso con él un par de veces al mes y todo es positivo. Me ayuda con su experiencia, pero sobre todo por la amistad. En la transición nunca hubo un malestar; trato de ser grato con él por lo que hizo en el club y cada vez que puede nos da una mano.

- ¿Manejan ya una cifra de dinero como presupuesto para 2018?

- El club, mínimo y máximo, tres millones de dólares.

- ¿Con qué objetivo principal quisiera que la gente los recuerde en 2018?

- Con el que queremos competir bien, que las personas valoren que la gente joven puede tener éxito y esa es nuestra meta inicial, ya veremos qué premio nos toca.