“Hay que sonar con un mundo que redireccione su rumbo”

Sueño en un mundo más humano, en el que todos aprendamos de todos. Y que al amanecer exista una recuperación de aquella sensibilidad humana perdida. Sueño en que a nadie moleste hacer una hilera mientras entramos al banco. Sueño en que existiendo autorrespeto se reproduzca el mayor respeto a quienes conocemos y no conocemos. Que el tiempo de espera sea compensado conociendo a quien está adelante o atrás y que cuando lleguemos ante la cajera podamos haber ganado tiempo. Sueño que cada persona de cualquier condición social o económica respete su turno y entendamos que es un medio de orden y disciplina, que debemos aceptar y reconocer como medio para convertirnos en una sociedad ordenada.

Sueño en que las personas seamos educadas y respetuosas de aquellos meseros (as), quienes deben recoger la basura que se deja en la mesa. ¿Por qué no podemos dejarle los desperdicios en el tacho de la basura?

Sueño en que las personas al hablar digan todo lo positivo de los demás y que las críticas negativas sean echadas en el archivo del olvido.

Sueño que mañana cuando nos despertemos, no lo hagamos en una realidad poco agradable como si fuera una pesadilla sino más bien que sea un entorno producto de una aspiración mayor: Que sea una realidad soñada. Al fin y al cabo la vida es sueño y los sueños, sueños son.

Eduardo E. Jiménez