“Guayaquil requiere un observatorio astronomico”

G alileo creó el primer telescopio refractor; Newton, el primer telescopio reflector; y Herschel construyó un telescopio tan grande y tan potente que pudo descubrir con él el primer planeta no visible a simple vista: Urano (siglo XVIII). Y en el siglo XIX Le Verrier descubrió el planeta Neptuno, y en la centuria XX los hermanos Tombagh descubrieron el planeta Plutón.

Actualmente, desde 1991, orbita la Tierra el Supertelescopio Hubble; el cual, fuera de la atmósfera terrestre, es hacia el Universo el ojo más poderoso con que cuenta el género humano, así como el oído más prodigioso hacia el Cosmos que posee la humanidad es el radiotelescopio del Monte Arecibo, en Puerto Rico.

De ahí la importancia de los observatorios astronómicos que existen en casi todos los países del mundo. En nuestro país solo hay un observatorio astronómico desde el siglo XIX: en Quito. Pero está obsoleto y así urge remodelación y modernización por parte del Estado.

En Guayaquil existe (desde 1984); yo asistí con mi padre a su inauguración un suntuoso planetario: el de la Armada. Empero mucho mejor es un observatorio astronómico; pues aquel es solo didáctico, y este es explorativo de modo que permite descubrir nuevos astros.

Así, pues, solicitamos al presidente construya en Guayaquil un observatorio astronómico para dirigirlo yo y ponerle el nombre ilustre de mi padre.

Prof. Luis Ortega