Preocupación. Los alumnos creen que la falta de recursos mermaría las mejoras en sus unidades académicas.

“La Estatal estaba en terapia y con este recorte agonizara”

La universidad ha presentado los requerimientos justificados ante el Ministerio de Finanzas, para que dentro de sus análisis no se le recorte su presupuesto.

La proforma presupuestaria para el ejercicio económico del 2019 presenta una reducción en los recursos destinados a 26 de los 30 centros de estudios superiores públicos del país, entre ellos, la Universidad de Guayaquil, la más grande del Ecuador, con más de 60.000 estudiantes matriculados.

En la ‘Estatal’ la disminución promedia los 20’000.000 de dólares, si se considera que recibirá 158’123.024,51, cuando antes se le entregaban 178’814.368,39.

Roberto Passailaigue, presidente de la Comisión Interventora de Fortalecimiento Institucional (CIFI) y rector de la Universidad de Guayaquil, señala que el recorte presupuestario sería nefasto para el manejo de la alma mater. “La universidad en este momento se encuentra en terapia intensiva y si nos reducen esos 20 millones de dólares entraría en coma, próxima a agonizar”, sentenció.

La reducción de dinero traería graves consecuencias, ya que se corre el riesgo de paralización de labores en los campos de la investigación científica, tecnológica, trabajos de infraestructura, laboratorios, compra de insumos, pago de profesores, recategorización de docentes, incremento de cupos para bachilleres, etc.

Passailaigue explica que el 95 % del presupuesto de la institución se ha manejado para el pago de planillas y nómina de personal, pero no hay fondos para mantenimiento ni obras.

La universidad tiene una deuda tremenda, exclama preocupado, al revelar que si con el presupuesto actual no hay ni para comprar escobas y detergentes, pagar a jubilados, cumplir con las aportaciones al Seguro Social, peor será con el presupuesto reducido.

La institución está haciendo un ajuste de personal, tomando en cuenta el informe de la Contraloría del Estado que estableció la presencia de 1.300 personas ingresadas con contratos ocasionales que están demás en la nómina de la entidad.

Además, no está renovando los contratos ocasionales y muchos de estos están siendo terminados unilateralmente y de forma anticipada cuando se verifica que las funciones no se cumplen o no son necesarias.

Los fondos de los ajustes servirán para cumplir con las obligaciones de los jubilados, con los profesores que no han sido revalorizados, pago de fondos de reserva y dar mantenimiento a las obras de la universidad, como su parque lineal que fue construido por el Municipio. Pero también necesita recursos para el mantenimiento de otros proyectos como el Delta que ejecutará el Cabildo en el 2019.

Más centros se verían afectados

La disminución de presupuesto se produce en universidades que cuentan con el mayor número de estudiantes. Por ejemplo, a la Universidad Central del Ecuador se le recorta más de 19 millones; a la Universidad de Cuenca 9 millones; Universidad Técnica de Manabí más de 7 millones; Escuela Politécnica Nacional más de 12 millones.

La falta de recursos originará falta de infraestructura para incrementar la oferta académica y recibir a más estudiantes.