En nuestra sociedad enormemente injusta, el ser presidente lo es todo, el sueño de los políticos es tocar el cielo con las manos y llegar donde nunca nadie llegó, consiste en ser presidente del Ecuador.

Sin embargo, pensamos que en el país necesitamos crear una escuela para presidentes, porque ser presidente hoy en día significa ser consciente de que se gobierna sobre el vacío y que con cada abuso se va construyendo las vías para la corrupción, que va aniquilando la nación.

Ser presidente hoy significa que, así como Nicolás Maduro construye un ejército a su uso y semejanza, el bienestar o la desgracia de nuestros pueblos no debe basarse en considerarse un mesías, como le pasaba a Fidel Castro, para oprimir a su pueblo sin ningún complejo ni culpa.

Es urgente comenzar a enseñar a nuestros políticos, a sus líderes que ser presidente no es igual a ser un mesías durante el mandato, sino que significa garantizar que dejarán a la nación en una situación menos mala que la que encontraron al llegar. Y eso significa enseñarles que, su primera obligación será limitarse y saber que durante el tiempo que gobiernen no podrán mirar hacia otro lado. ¡Ojalá Dios nos ilumine!

Mario Vargas Ochoa