“La designacion de los miembros de las juntas electorales”

A ntes el Tribunal Supremo Electoral, hoy llamado Consejo Nacional Electoral (CNE), era integrado por las siete fuerzas políticas más votadas y, con errores, de alguna forma había un control entre partidos en las elecciones. Hoy con la metida de mano en la Función Electoral tenemos cinco consejeros afines al gobierno. Hemos retrocedido en materia electoral. Se ha dejado de lado la meritocracia para imponer la palancocracia.

Varios actos del CNE correísta han sido cuestionados por la opinión pública: la negativa a la consulta popular sobre el Yasuní, la propia designación de los consejeros del CNE, la negativa de consulta popular sobre las enmiendas, la vinculación de los presidentes del CNE con el gobierno saliente, problemas en el sistema informático y padrón electoral, etc.

Hoy se suma una nueva imposición del CNE, la designación sin concurso de méritos, de los miembros de la juntas electorales provinciales y del exterior (112 personas), la gran mayoría de ellos vinculados al correato. Para ejemplificar: si en el próximo partido de fútbol entre Ecuador y Chile, se impone árbitros chilenos, lo mínimo que haría la afición y los medios de comunicación sería reclamar y exigir cambio de árbitro. Lo mismo sucede con el CNE, cuando de espaldas a las organizaciones políticas coloca personas afines al régimen a dirigir las elecciones en las 24 provincias del país y en el exterior.

Segundo Rosero