“Descorreizar es moralizar”

descorreizar el país es el inicio para moralizarlo. Dos o tres preguntas de la consulta van por allí; pero no es suficiente, porque si bien Correa está en el ostracismo en su ático-net; “su milagro” sigue operando con sus apóstoles, que son acunados por Moreno, demostrando complicidad. Es importante borrar todo rastro en leyes, enmiendas, decretos, que lleven la impronta revolucionaria; además, separar del gobierno a esos apóstoles. Parodiando un grafiti de nuestra independencia, la posesión de Moreno fue: “último día del correísmo y primero de (casi) lo mismo”; análoga reflexión del “gatopardismo” de Tomasi de Lampedusa: “cambiar todo para que nada (o poco) cambie”.

Fabián Chacón Cobo