“ Por que no definir un acuerdo nacional desprovisto de todo interes personal ”

P ienso que el ejercicio electoral del domingo 2 de abril en nuestro país nos ha dejado muy en claro lo frágil que es nuestra democracia. Es necesaria una reflexión profunda y honesta de nuestro modelo tanto en su forma como en el fondo. Hay que hacer varios correctivos. Es un imperativo.

Sabemos, como hoy lo confirmamos, que nuestra democracia es aún quimérica, que las únicas instituciones consolidadas son la corruptela y el saqueo, que la pobreza se expande y el bienestar sigue siendo privilegio de un pequeño grupo.

Es así, que las sociedades modernas, los países que derrumbaron los muros del subdesarrollo, como España, Costa Rica, Portugal, Chile, etc., son más bien producto de grandes acuerdos y de voluntad férrea de todos por cumplirlos, para saldar su deuda social e incrustarse con solvencia en el andamiaje del desarrollo social.

¿Por qué, entonces, no imitar el buen ejemplo de estos países y definamos un acuerdo nacional, desprovistos de todo interés personal o de grupos, poniendo al Ecuador y su futuro por delante?

¡Pero hagámoslo ahora, no esperemos más al tiempo que no espera!

Eco. Mario Vargas Ochoa