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“Deben irse todos”

Si se destituyó al presidente de la Asamblea por su conducta delictiva pero se queda como asambleísta, el mensaje que se nos da es que un asambleísta sí puede delinquir pero no puede presidir la Asamblea.

Solo los torpes o interesados pueden creer que ese resultado no fue consecuencia de sucias negociaciones entre los movimientos y partidos políticos, negociaciones opacadas por los discursos demagógicos y cansinos con ademanes y gesticulaciones actuariales.

Deben irse todos, incluyendo amigos nuestros con cierta preparación pero que sus propios intereses políticos y los de su grupo los convierten en solapados traidores que no merecen nuestro respaldo.

Jaime Vernaza T.