Los nombres de los colegios fiscales de Guayaquil denotan pobreza. Por ejemplo, las réplicas del Vicente Rocafuerte y Aguirre Abad deben llevar nombres de maestros ejemplares y no repetitivos.

En el Aguirre Abad se destacaron educadores como Ignacio Carvallo Castillo, Carlos Esteves, Manuel de J. Real Murillo, entre otros; en el Vicente Rocafuerte, Pedro José Huerta, Jorge Villacrés Moscoso, Hugo Delgado Cepeda, Miguel Roque Salcedo, Leopoldo Benites Vinueza... que deben ser tomados en cuenta por el Gobierno actual para corregir el desacierto del correato, que por complacer a sus acólitos repitió nombres en las réplicas, como si solo estos colegios fueran importantes, cuando hay otros que también lo son.

Otro error: en la inauguración de los años lectivos y demás actos importantes, los ministros prefieren siempre a estos colegios y a los llamados emblemáticos; se discrimina a los demás, así todos quieren matrículas en estos centros educativos.

A propósito de la educación, le recordamos al ministro, una vez más, que cumpla con su palabra y nombre a nuevos rectores por concurso; así como también aumente el sueldo de los maestros, pues ganan 815 dólares, menos que los policías que perciben 1.000 dólares mensuales con derecho.

Lic. César Burgos Flor