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“Si no estamos en crisis, entonces en que estamos ”

L a crisis económica que padece el país se siente en todas las esferas, menos en el Gobierno nacional. No hay dinero suficiente para entregar créditos que es la inyección más potente para el desarrollo; el Biess ha rebajado el presupuesto de créditos hipotecarios; el Issfa dice no tener liquidez para entregar créditos; los gobiernos parroquiales, cantonales y provinciales se encuentran debiendo a sus proveedores porque el Gobierno no les transfiere oportunamente y lo debido.

Existe malestar en algunas instituciones que hacen labor social a cargo del Gobierno que están sin dinero para seguir operando, a sus empleados les adeudan salarios. Bueno, si esto no se llama crisis, me declaro ignorante, antes que me lo digan. Con vergüenza ajena digo que hemos desperdiciado tiempo, dinero, capacidad en programas ideológicos que no llegan a ninguna parte.

Todos los países que siguieron la ruta del socialismo 21 han fracasado, por lo que es menester en aras de salvar por los menos los paltos, cambiar de rumbo.

Sin embargo, no tengo esperanza que vaya a suceder, porque no oyen a ningún organismo internacional o nacional que les dicen que cambien.

Pero cuando por algún error de buena fe se pone un milloncito de más o de menos, saltan hasta al infierno. Las fallas de los que administran no las ven como tales. A lo mejor se haga una gran hoguera y se quemen todas estas fallas.