Tras cumplir un mes en el cargo y mientras se aproxima el proceso para elegir al nuevo rector titular de la Universidad de Guayaquil, el catedrático e investigador Galo Salcedo, encargado del despacho, dice tener definidas las prioridades de su administración.

La renovación del Consejo Universitario a través de la elección de los delegados de maestros, estudiantes y trabajadores. Luego, la elección del nuevo rector y los vicerrectores titulares; y, sobre todo, la acreditación institucional y el ascenso de categoría de la D a la B.

Esto último se refiere a las categorías establecidas por el Consejo de Evaluación, Acreditación y Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior (Ceaaces), tras la evaluación efectuada a todas las universidades del país en 2013.

Como resultado de ello, el alma mater porteña fue ubicada en la última escala y no consiguió la certificación.

Además, ese año fue intervenida por el Consejo de Educación Superior (CES); y en 2014, debido a la demora en la reforma de sus estatutos, no pudo elegir y renovar a sus autoridades titulares, por lo que permanece con directivos encargados.

El 16 de mayo pasado, con el aval del CES y por decisión del Consejo Universitario, Salcedo relevó a su vez a quien estaba encargado del despacho desde julio de 2014, Roberto Cassis.

La elección del nuevo rector será convocada el 1 de julio y según prevé el CES, el proceso debería culminar en agosto, junto con la intervención.

Pero Salcedo, quien ayer efectuó una visita de cortesía a EXPRESO, acota que esa fecha dependerá a su vez de la obtención de la acreditación. Opina que no es conveniente un relevo de rector en medio proceso.

Pero reitera que la elección debe darse este año y que él no es partidario de los encargos.