Lamentablemente la esencia del correísmo sigue dominando, aunque ahora con otro epígrafe, el morenismo. No sorprende la desidia y ‘atraso’ de la Procuraduría en el juicio contra Glas y sus cómplices, acusados de un delito menor (asociación ilícita), pese a las pruebas presentadas.

No asombran las declaraciones del señor Mangas, secretario de Moreno, quien reconoce, entre otros asertos, lo que oportunamente se denunció, el fraude en las pasadas elecciones.

Tampoco sorprende la desaparición de fondos de la cuenta de Alianza PAIS, y que ahora vive un risible (y/o aparente) conflicto interno.

Sucede esto y mucho más, dentro de un ilusorio discurso presidencial de fomentar una cirugía mayor contra la corrupción, cirugía que realmente, hasta ahora, no llega ni a un pinchazo subcutáneo. Basta ver las prebendas que tiene Correa en Bélgica, con la venia y beneplácito de Moreno.

Señor Director, se multiplican las voces que señalan el continuismo del mandatario, lo cual es lógico, al tratarse del mismo nefasto movimiento político, que sigue tiranizando desde hace más de una década.

Fabián Chacón Cobo