“ Bebe vino, por tu estomago ”

Aunque no soy piadoso, yo todavía me apoyaba para beber vino en la autoridad de la Biblia, por aquello de san Pablo a Timoteo: “Bebe vino, por tu estómago”. Pero, ahora una serie de estudios científicos conectan el tomar alcohol, aunque sea poco, con problemas cardiovasculares y distintos tipos de cáncer. Decía un vasco: “Tengo tanta fe que ni los curas han podido quitármela”. Pero aquí no se trata de un cura, sino de todo un apóstol el que, en vez de servir de cura, tiende a enfermarnos, quizá para llevarnos más rápido al cielo. Menos mal que el vino de misa se transforma en “sangre de Cristo”, porque sin ese milagro no iba a quedar ni un cura.

Antonio Bertrán Buendía

Madrid, España