“Asi como se ama a la Iglesia, tambien se la persigue y se la calumnia”
Todos buscamos a Jesús porque lo necesitamos. A Cristo se lo encuentra en la Iglesia pero no es posible amarlo y escucharlo si no lo seguimos con mucha fe.
No se puede tener a Dios por padre si no se tiene a la Iglesia como madre.
La presencia de la Virgen representa la maternidad que María ejerce sobre toda la Iglesia y que la oración es el cimiento de la misma Iglesia.
Debemos reconocer que así como se la ama, también se la odia, se la calumnia y se la persigue.
¿Por qué se combate o critica a una Iglesia que sostiene a sus fieles con los sacramentos como el bautismo, la confesión que perdona los pecados, la eucaristía que nos alimenta con ese pan sagrado que nos da vida?
Además trata de alentar a los fieles para, con su fe, ayudar al prójimo a luchar contra el vicio y el desorden. Todo esto se consigue con la gracia de Dios.
Estamos conscientes de que en esta época de la tecnología se ha producido un fenómeno regresivo en el terreno religioso, esto pasa porque quieren que la Iglesia sea y actúe como a ellos les parece. Pero siempre la Iglesia permanece y sigue adelante como la barca de Pedro que soportó los embates de las olas del mar.
Su doctrina es divina y nadie puede eliminarla. “La Iglesia es santa porque la fundó Jesucristo y es humana porque defiende la pureza de la fe”.
Martha Reclat de Ortiz