
Juan Carlos Faidutti explica el impacto de la Carta Democratica en Venezuela
La OEA no puede establecer sanciones, solo la suspensión de los países que atentan contra la democracia.
La oficina del Dr. Juan Carlos Faidutti está cubierta con galardones recibidos a lo largo de su trayectoria. En ella, el afamado jurista habla, con la voz de quien está acostumbrado a la docencia, sobre su pasión: el derecho internacional.
- La Carta Democrática Interamericana es un documento relativamente reciente (2001). ¿Considera que se ha aplicado con éxito?
- La Carta Democrática Interamericana fue propuesta inicialmente por Perú luego de la renuncia de Fujimori. La OEA la estableció para excluir de sus órganos y actividades cualquier alteración o ruptura del orden democrático. Se aplicó en Honduras cuando se depuso al presidente Zelaya y en Paraguay tras la salida del presidente Lugo. La OEA dispuso suspensiones en ambos casos, cuando se convocó a elecciones.
- ¿Qué implica para un país la suspensión de los derechos con los que cuentan las naciones que son parte de la OEA?
- No pueden participar ni en la OEA ni en los organismos que pertenecen a ella, por ejemplo la Organización Panamericana de la Salud, Comité Interamericano para la Reducción de Desastres Naturales, entre otros. La OEA no puede establecer sanciones, solo la suspensión de los países que atentan contra la democracia.
- ¿Considera que esta situación afecta a los países que sufren la suspensión lo suficiente como para tener que rectificar su situación?
- Sí, indiscutiblemente. Los afecta, sobre todo, en el ámbito internacional, porque queda el precedente de que han violado los principios fundamentales por los que fue creada la OEA, y el prestigio del país es afectado. La democracia es esencial para el desarrollo de los pueblos.
- La OEA ha convocado un consejo permanente para discutir la situación de Venezuela. ¿Cómo funciona el proceso?
- Se está haciendo una serie de gestiones para que Venezuela rectifique los pasos que se han dado. Se está buscando un acercamiento entre los opositores y el gobierno de Nicolás Maduro para que dejen sin efecto las decisiones que se han tomado y que afectan a la democracia. Hay que esperar a ver qué efectos tiene esta ‘medicación’.
- ¿Considera que una suspensión es posible?
- Pues si se determina que no se ha podido llegar a un acuerdo, entonces ahí se convocaría una asamblea general que tendrá la última palabra.
- ¿Cree que, dada nuestra situación política actual, Ecuador está encaminado hacia este tipo de procesos?
- No, en lo absoluto. Hasta ahora, a pesar de los desacuerdos que haya, nadie ha acusado al Ecuador de estar violando la carta democrática