John Travolta “Para mí importa más el personaje que la fama”

John Travolta “Para mi importa mas el personaje que la fama”

Fabián Waintal - Especial para SEMANA

Este año se cumplen 40 años desde que John Travolta protagonizó el primer éxito en el cine, con la película ‘Carrie’ . Es buena excusa para empezar a festejar los 40 años que cumplirá su primera nominación al Óscar con ‘Fiebre de sábado por la noche’, el 2017, y el famoso musical ‘Grease’, el 2018. Tres clásicos del cine que sobrevivieron a generaciones VHS, DVD y la actual Netflix, con un actor que conservó la fama a lo largo de toda su carrera.

¿Es algo extraño el hecho de revivir 40 años de tu vida, en el cine?

Me da orgullo, pues separo a la persona del actor.

¿La película que cambió tu vida?

‘Fiebre de sábado por la noche’, porque fue la primera nominación al Óscar. Había firmado contrato para tres películas: ‘Fiebre de sábado por la noche’, ‘Grease’ y ‘Urban Cowboy’. En TV hacía la comedia ‘Welcome Back, Kotter’. Era la primera vez que pasaba algo así con un actor de TV. El éxito inesperado llegó al mundo como tormenta. Luego vino el Óscar... y cambió todo para mí y el cine.

¿Se compara tu fama de entonces entre los adolescentes con la de Justin Bieber?

Siempre me comprometí con la actuación. Mi mánager era serio con mi carrera. Importaba lograr buenos trabajos para ser el mejor actor. No presté atención al fenómeno adolescente. Era más importante la visión de los personajes que interpretaría que la fama.

¿Cómo reaccionaban los fans entonces, sin Facebook, Twitter o YouTube?

La gente aparecía en mi casa o dentro de un armario. Era una época diferente. Solo en TV, me veían 40 millones de personas por semana y el cine fue una explosión global. No éramos muchos con ese estilo de popularidad.

Del otro lado del puente Brooklyn, John Travolta nació en Nueva Jersey, el 18 de febrero de 1954. Con cinco hermanos, tuvo la suerte de que su madre Helen Travolta fuera maestra de teatro, luego de ser actriz y bailarina. Ella lo inscribió en las primeras clases de actuación, baile y canto en Nueva York, cuando él ya soñaba con protagonizar una comedia musical. Tenía 16 años cuando llegó el primer trabajo profesional en el musical ‘Bye, Bye Birdie’ y en esa época dejó de estudiar y fue a Nueva York a trabajar en las obras de teatro de verano o publicidades de TV. A los 18, protagonizó el soñado musical de Broadway con la historia de amor de dos estudiantes ‘Grease’. Aún no había pasado al cine, cuando consiguió el rol de Vinnie Barbarino en la comedia de televisión ‘Welcome Back, Kotter’, en 1975. Al año, fue por primera vez nominado al Óscar con ‘Fiebre de sábado por la noche’, que impulsó el furor mundial de la música disco. Con la versión en cine de ‘Grease’ mostró que era la estrella más popular del momento. No le importó desaparecer de las cámaras, hasta que volvió con el éxito de la comedia ‘Look Who’s Talking’, que recaudó casi $ 300 millones. En esa época conoció a su esposa Kelly Preston, cuando juntos filmaron ‘The Experts’, aunque ella estaba en pareja con Charlie Sheen tras su divorcio del actor Kevin Gag. Al año siguiente del estreno de ‘Look Who’s Talking Too’, Travolta y Preston se casaron. Tuvieron a Ella Bleu y Jett, que falleció trágicamente en Bahamas, a los 16 años.

¿La mejor lección de tu madre, como maestra de teatro?

Me enseñó a creer en los personajes, asumiendo la realidad; a construirlos en la forma que sintiera que podía hacerlo. Me encantaba buscar los atributos de cada rol, imaginando cómo caminan, hablan, se ven y piensan. Según el personaje, lo construí de forma diferente.

Todos creyeron que había perdido la popularidad, pero llegó otra nominación al Óscar y la película ‘Pulp Fiction’ marcó la segunda etapa de éxitos en su carrera. Ganó 32 millones con ‘Get Shorty’, ‘Broken Arrow’, ‘Phenomenon’ y ‘Michael’, y 40 millones con la acción de ‘Face/off’ y ‘Mad City’. Estuvo detrás de la voz original del animado de Disney ‘Bolt’ y cantó con Miley Cyrus en la canción nominada de la misma película ‘I Thought I Lost You’. Con su esposa y su hija Ella protagonizó ‘Old Dogs’, antes de filmar ‘Savages’ con Oliver Stone y Salma Hayek. Y tras 40 años, aceptó el desafío de volver a la TV con la miniserie ‘American Crime Story’, para contar en 10 capítulos la historia real del juicio de OJ Simpson, detrás del rol del abogado Robert Shapiro.

¿Volver a la TV con la historia de OJ Simpson es una forma de homenajear el principio de tu fama con la TV?

Me sorprendió que me lo ofrecieran, pero me imaginé en el personaje, como actor. Cuando el director Murphy Ryan me ofreció el papel del abogado defensor Robert Shapiro, tomé meses en considerarlo. Pensé, evalué y cuando ordené las piezas decidí que podía hallar la forma de interpretarlo. Cuando acepté, el Robert Shapiro real me escribió una carta diciendo lo emocionado que estaba por representarlo.

¿Cuál de tus personajes recuerda más la gente?

El de ‘Grease’. Aún hay personas que pagan $ 275 para cantar vestidas como en aquella época, durante la proyección especial en el Hollywood Bowl.

¿‘Pulp Fiction’ cambió tu carrera?

¡Mi Dios!, cambió todo... Empezó con una nominación al Óscar que me permitió vivir esa experiencia por segunda vez, y abrió la puerta para darme prioridad en los mejores guiones que ofrecían en ese momento. Fue una forma maravillosa de recuperar la visión de la carrera que había imaginado.

¿Qué directores dirías que te tocaron con una varita mágica?

Quentin, seguro. Robert Altman, también. Y Brian de Palma me dio la primera oportunidad con ‘Carrie’ y ‘Blowout’, que fue una película que significó mucho para mí. Tony Scott es uno de los mejores directores con los que trabajé. Todos confiaron en mí.

¿El mejor consejo que recibiste?

Marlon Brando, buen amigo los últimos cinco años de su vida, me dijo que nunca hiciera una cinta en la que el director no estuviese enamorado de mí. No funciona. Lo veo en retrospectiva y mis mejores actuaciones fueron con directores que estaban fascinados conmigo. Otro consejo fue personal: “No busques en la gente lo que no tienen ni pueden darte”. Fue como si Dios me hubiera hablado, pues siempre esperé de la gente, toda mi vida, hasta ese momento. Fue una lección personal que cambió mi vida.