En su Ferrari F355 Berlinetta, parte de la colección privada adquirida por el piloto.

Jean Pierre Michelet: legado sobre ruedas

Líder en el deporte automovilístico y reconocido como uno de los pilotos con más trascendencia en el país, desde hace 31 años transmite carreras de la Fórmula 1.

A sus 51 años, Jean-Pierre se ha batido con lo mejor que sabe hacer: dominar con excelencia todo lo referente a la Fórmula 1 y sus diversas categorías, sin temor a equivocarme, como nadie en el medio. Una pasión marcada en su sangre, con el linaje francés de su abuelo, y también de su padre, el recordado expiloto Pascal Michelet, quien elevó la mirada del automovilismo en Ecuador.

Meta en común

Con ‘memoria de elefante’, Jean Pierre recuerda cada día de su vida con detalle, incluso con imágenes claras desde que tenía un año de edad. Esto le permite hacer un repaso certero de hechos, fechas, amigos y momentos que componen su historia, y que lo conducen en un péndulo circular en el que el deporte automovilístico ha sido su eje desde un principio.

Su padre, una figura pública muy reconocida, fue pionero en el kartismo en el país (año 1973), sembrando un deporte de relevancia. Sin embargo, para Jean-Pierre las carreras estaban vetadas, dice, por un sentido de protección de Pascal, quien lo mantenía alejado del automovilismo. “Prefiero comprarte balones a darte un go kart”, le decía tajante. Y es que Jean-Pierre resultó muy bueno en la cancha. “No sé de dónde saqué el gusto por el fútbol, incluso jugué con Álex Aguinaga en varios partidos en Europa y fui seleccionado muchos años en el colegio, pero mi papá nunca me vio jugar. Nuestra relación era distante, hasta que me convertí en piloto y logramos metas en común y ser muy cercanos”, manifiesta.

A los 19, Jean Pierre fue tras su sueño. Pascal organizó el primer campeonato nacional de ‘monoplazas’ llamado Fórmula Scorpio y creó para el efecto el prototipo para dicha carrera. El día de la prueba, se convocó a una gran cantidad de gente relacionada al automovilismo y, temerario, le preguntó a su padre: “¿Será que yo también puedo dar una vuelta?”. Fue entonces que Pascal ya no pudo evitar la ola que se venía encima... Frente al volante, se impuso en tiempo a todos los experimentados pilotos que habían asistido al evento.

Lo demás es ya historia. Su carrera tomó alas. Ganó el campeonato nacional en su debut como piloto profesional (año 88), al superar a los mejores del país, como Ernesto ‘Netucho’ Dávalos, Fausto Merello, Andrés Serrano, Andrés Izurieta, Terry Andrews, Guillermo Ortega, Fernando Madera, entre otros.

Llegaron los auspiciantes, cuando corrían en autos de todo tipo, como los sport prototipos, GT o GTU; y Henry Taleb, un experimentado piloto guayaquileño, lo invitó a participar en carreras de altísimo nivel como Las 12 horas de Sebring, o Las 24 horas de Daytona, Estados Unidos, en las que compitieron tres veces y lograron el segundo lugar en su categoría, algo nunca alcanzado en el país. Juntos también se subieron al podio en Yahuarcocha. Una dupla ganadora.

Fórmula 1 y la televisión

A la par de su carrera como piloto condujo por largos años, junto a su padre, el programa ‘Campeonato Mundial de Fórmula 1’, que marcó un hito en la televisión ecuatoriana. Tras la repentina muerte de Pascal, siguió con el espacio ‘Sinfonía de motores’, que ha estado al aire desde entonces.

Con la experiencia ganada en las pistas, su carrera en la televisión se impulsó a otro nivel: “Creo que he marcado una gran diferencia, por ejemplo, con los comentaristas de FOX, porque ninguno ha sido piloto. Además, mi programa es muy coloquial y didáctico, para que la audiencia entienda más allá de tecnicismos que no sirven en la televisión”.

Hoy, continúa su programa en CNT en plataforma digital, mientras espera otra oportunidad para estar en señal abierta, para todos los amantes del automovilismo.

Más allá de las pistas

Desde hace 23 años es gerente propietario de OctavoArte, una de las productoras de televisión más importantes del país, desde la cual seguirá abriendo mercados por demanda interna. También está por inaugurar un taller de ‘detailing’ vehicular, Auto Spa by Jean Pierre Michelet, mientras continúa buscando nuevos desafíos, alentado por su entrañable familia.

Sin embargo, a pesar de todas las satisfacciones, triunfos y alegrías, no todo ha sido fácil en el camino recorrido. Ha habido huecos y desvíos difíciles de superar, como la muerte de sus padres y una complicada enfermedad que afecta a su esposa y compañera de vida, Maricruz Izurieta. Pero él ha sabido enfrentarlos, siempre leal a sus principios y entregado a su familia.

Casado desde hace 22 años, ha consolidado un hogar estable y feliz con dos hijos maravillosos, Dominique (19) y Phillipe (17) quien, por herencia, sobresale también en las pistas y dirige el campeonato nacional de karting. “Con Maricruz tenemos un hogar sólido, con hijos sanos que no beben ni fuman. Son buenos y grandes deportistas”, comenta el expiloto, quien aspira a seguir adelante en su propia carrera de vida, imparable y decidido a ganar.

Personal

- Tiene 51 años.

- Ganó el primer campeonato nacional de monoplazas. Fórmula Scorpio.

- Periodista automovilístico, especializado en F-1 por más de 25 años en medios de comunicación.

- Gerente propietario de Octavo Arte.

- Casado con Maricruz Izurieta

- Son sus hijos Phillipe (17) y Dominique (19).

Laberinto de palabras

- Velocidad: Placer.

- Vicio: Ninguno.

- Fortuna: Bendición.

- Vanidad: Innecesaria.

- Defecto: Envidia e hipocresía.

- Éxito: Ser un buen ser humano.

- Dios: Quien nos rige.

- Herencia: Bienvenida sea.

- Fútbol: Mi segunda pasión.