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Javier Diaz: “El impacto de eliminar subsidios seria minimo para el consumidor”

El presidente de la Asociación de Industriales Textiles del Ecuador (AITE), conversó con EXPRESO sobre el alcance positivo de todo el paquete de reformas adoptadas por el Gobierno.

“Los transportistas de carga pesada deben hacer un análisis técnico en su estructura de costos para ver el impacto de la eliminación del subsidio al diésel”, comentó Díaz.

Es el paquete de reformas económicas que mejor ha recibido el sector privado en más de una década. Las cámaras y asociaciones de empresarios creen que si la Asamblea Nacional aprueba lo ofrecido por el presidente de la República, Lenín Moreno, se crea un buen precedente para atender las necesidades productivas del país. Javier Díaz, presidente de la Asociación de Industriales Textiles del Ecuador (AITE), conversó con EXPRESO sobre el alcance positivo de todo el paquete de reformas e hizo un llamado sobre pendientes que aún no tienen una solución.

- ¿Cómo evalúa el sector privado a la eliminación del subsidio a los combustibles?

- Es importantísimo mencionar que la decisión es responsable. Se había postergado durante décadas y realmente apunta a estabilizar el panorama macroeconómico. En cuanto a la estructura de costos, el sector textil hace más de cuatro años no tiene un subsidio directo en los combustibles que utilizamos en la maquinaria. Nosotros asumimos ese golpe en la estructura de costos y no hemos podido incrementar precios y hasta hemos bajado. El que sería un detalle que debe analizarse técnicamente es el transporte de carga.

- ¿Quién debe hacer ese análisis técnico?

- Los transportistas de carga pesada deben hacer un análisis técnico en su estructura de costos para ver el impacto de la eliminación del subsidio al diésel. Después, y eso es importantísimo, ofrecer al mercado los nuevos valores. Con la oferta y demanda, esos valores pueden ajustarse. Hay que recalcar que el Gobierno no define los costos del transporte de carga.

- Entonces el reclamo de ese sector pierde peso.

- Nosotros lo que vemos es que hay una posición de especulación. La exigencia es que se hagan estudios técnicos y analizar realmente el costo por hora de un camión que se moviliza en el país. El libre mercado será el que defina los fletes acorde a la nueva tarifa.

- ¿Un incremento de costos puede alcanzar al consumidor?

- Si no se hace técnicamente, si se hace un incremento de manera desmedida y con especulaciones evidentemente puede pasar un problema de costos para el productor y eso se trasladaría al consumidor. A la larga, cualquier incremento del costo lo vamos a tener que asumir los productores sacrificando más margen. Ese es un serio problema para la empresa. Por más que sea un 1 % afecta. Por eso el análisis tiene que ser técnico, serio y responsable.

- Pensando en el ciudadano y no en el empresario, ¿la variación de precios no alcanzaría al usuario final?

- Los impactos se van a sentir más en los productos de menor precio. Los productos que tengan mayor valor agregado y mayor costo tendrán un impacto mínimo. Entonces lo que se necesita es un control muy prudente, sobre todo en los mercados de productos de primera necesidad. En el caso nuestro: vestimenta y otros productos -si es que no se equivocan en los cálculos y las medidas- el impacto no debería ser mayor. No debería reflejarse en un incremento de precio en los productos finales.

- ¿Si se subía el IVA el impacto si habría alcanzado de lleno al consumidor?

- Sí, ahí sí.

- ¿Entonces se tomó la medida con menor impacto para el ciudadano?

- Lo que se espera del Gobierno, desde un punto de vista pragmático, es una reducción del gasto. Eso aún está pendiente. Pero también se espera que se transparente la economía y ahí está el tema de los subsidios. Después está la parte tributaria y subir el IVA probablemente no era una medida adecuada para el sector fiscal y, además, habría impactado al consumidor. La decisión de eliminar el subsidio fue estructural y ahí el Gobierno acertó.

- El proyecto de ley anunciado parece que no tendrá una oposición legislativa porque está lleno de incentivos para la producción. ¿Así lo ven ustedes?

- Los anuncios todavía son limitados y es muy difícil analizar lo positivo y lo negativo de la propuesta. Lo que vemos es que hay medidas que apuntan a dinamizar la contratación y mejorar la liquidez de las empresas. Esas son medidas que no deberían tener mayor dificultad para aprobarse en la Asamblea. Claro que sabemos que entrará el juego político y eso nos preocupa. Nosotros demandamos responsabilidad por parte de la Asamblea Nacional para que se tome esta discusión con la objetividad que se exige y pensando en ese 60 % de la población que no tiene empleo pleno. Hay que pensar desde esa óptica y dejar de lado el tema político e ideológico. En principio el anuncio tiene más de positivo.

- Desde que se creó el anticipo de Impuesto a la Renta ha sido un dolor de cabeza para el empresario. Ahora se elimina.

- En general, como sector productivo hemos pedido su eliminación. No es un tema de no pagar impuesto, hay que aclarar, es un tema de pagar impuestos sobre lo que realmente se genera. La fórmula del anticipo estaba anclada a la operación que no necesariamente genera utilidad. ¿Quiénes serán los principales beneficiarios? La pequeña y la mediana empresa. Especialmente ellos. Y también las empresas más grandes, pero con margen pequeño. En la industria textil tenemos esos casos. El anticipo castiga a esos sectores. Además, nos va a dar liquidez. Hoy los negocios no cierran porque no son rentables, hoy -y siempre- los negocios se mueren porque no hay caja. Cuando no hay plata para pagar los salarios mes a mes, cuando no tienes para pagar la afiliación al IESS y cuando no hay para pagar a los proveedores. Que te liberen del anticipo es un logro.

- Otro reclamo constante, incluso del ahora ministro de Economía, era la eliminación de la jubilación patronal. ¿Su eliminación los alivia aunque se crea una compensación del 2 % mensual?

- Sí, sí señor. Desde una visión empresarial preocupaba la situación de los colaboradores. El esquema propuesto ahora parece beneficioso para ellos. El trabajador estará más tranquilo desde el día uno porque podrá llevar su fondo con distintos empleadores. Por el lado empresarial también es positivo porque ahora se tiene un pasivo laboral costoso. Las empresas con décadas -y hasta siglos- empiezan a acumular personal que se jubila y que sigue dependiendo de ti luego de su retiro. Muchas empresas tienen nóminas pasivas más grandes que las activas.

- ¿Qué le faltó al Gobierno?

- Nosotros no vamos a pescar a río revuelto. Vamos a seguir dialogando con el Gobierno hasta encontrar una alternativa que ponga fin al contrabando técnico. Especialmente la subdeclaración. Vamos a seguir en esa lucha. Pero no tiene nada que ver lo uno con lo otro. No podemos mezclar un problema crónico como el comercio ilegal.