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¿Janucá es lo mismo que Navidad? Esta y otras dudas resueltas por la comunidad Judía en Guayaquil

Los judíos celebrarán desde este jueves 10 de diciembre y durante ocho días la Fiesta de las Luces y los Milagros, Janucá, que este año estará marcada por la pandemia

Judíos guayaquileños celebrarán Janucá.
Judíos guayaquileños celebrarán Janucá.Cortesía

Para Ayelet Iska, Janucá, la fiesta de las luces, milagros y dedicación, es la festividad de la identidad, donde “celebramos el triunfo de los macabeos sobre los griegos porque defendimos ser judíos y el amor a la Torá a toda costa”. Además, dice que al presente los judíos siguen “luchando contra filosofías que quieren menguar nuestra identidad, pero Janucá seguirá brillando como un estandarte donde proclamamos quiénes somos”.

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Y es que la festividad de la dedicación del Templo se la celebra este 10 de diciembre por la noche (25 de Kislev, en el calendario hebreo) donde se enciende un candelabro que tiene ocho brazos laterales y uno central formando lo que en el mundo judío se conoce como la ‘Janukiah’.

Asimismo, Janucá es una fiesta de ocho largos días que tiene su alusión a un milagro: después que se recuperó el templo se encontró una botellita de aceite que alcanzaba para una luminaria y que duraría solo un día; sin embargo, se encendieron las siete luminarias de los siete brazos y duraron encendidas ocho días. Por eso la costumbre de encender durante ocho días un total de ocho velas.

De ese antiguo candelabro, ubicado en el lugar Santo del templo, estaba a cargo de la estirpe de Aharon porque solo sus descendientes podían encender con aceite especial sus luminarias diariamente. Además, Janucá conmemora la derrota de los helenos y la recuperación de la independencia judía a manos de los macabeos sobre los griegos, como dijo Ayelet, y la posterior purificación del Templo de los íconos paganos.

Niñas recibiendo regalos por Janucá.

No obstante, otra judía residente en Ecuador, Miriam Chuya, menciona que Janucá no es una fiesta dispuesta por la Torá (el Pentateuco) sino por los sabios de antaño, porque analizaron el milagro que sucedió cuando el pueblo estaba en guerra.

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"Aunque no es una fiesta toráica, debemos celebrarla porque matiza el milagro que Hashem dio a nuestro pueblo que en ese tiempo enfrentaba una guerra. Janucá es tiempo de cantar, gozar y dar regalos", acota.

Sin embargo, esta festividad hebrea tiene un lado más místico. Acorde al Rabino Israel Villacís, de la Comunidad Judía Sefardí, Janucá es un nombre dado a la dedicación del Segundo Templo.

"Janucá nos recuerda ese momento santo e histórico donde de las manos de los Jasmoneos,  que eran de los Sumos Sacerdotes, recuperamos el orden y restauramos el servicio en el templo", dice Villacís.

Asegura que que todos los judíos del mundo harán lo necesario para poder celebrar con alegría y seguridad esta fiesta.  

"Existe la tradición de pedir un deseo por cada día en el que encendemos las velas. Si los milagros existen, yo cambio mis ocho milagros por solo uno: ¡que se acabe ya la pandemia!", clama el rabino guayaquileño.

Pero, ¿qué pasa con los judíos que no pueden encender sus lámparas? Según el rabino, pueden encender velas, vasos con mechas y aceite. "Siempre habrá alguien que encuentra la manera de cumplir con el precepto, eso es característica de nuestro pueblo", dice.

Janucá vs. Navidad

El religioso afirma que Janucá y Navidad no tienen ninguna relación, pero si coinciden en el mismo mes del año. Y es que en Navidad la gente atavía sus casas con luces eléctricas, pero los judíos visten sus casas de luces con aceites o velas de cera.

Si hubiese un apagón mundial, ese detalle haría una gran diferencia: los barcos no se hunden por la cantidad de agua que hay fuera de él, sino en la cantidad de agua que le dejen entrar al barco.

Israel Villacís, Rabino de la Comunidad Judía Sefardí

Janucá, además, es un recuerdo de que lo puro, lo que representa la santidad siempre debe cuidarse por está destinada a sobresalir de la impureza porque no se necesita de mucho: una sola vela es capaz de traer luz para toda una habitación llena de oscuridad.

"Debemos empezar a encender esa luz interna y así la oscuridad que existe en nuestro mundo desaparecerá", concluye.