La tercera fue la vencida. La Fiscalía consiguió que su advertencia de hacer que Jaime Vargas y Leonidas Iza comparezcan por la fuerza pública, dé resultados. Ambos se acompañaron en las versiones fijadas para las 10:00 y 14:30 de este lunes 26 de octubre.

Pero no estuvieron solos. Cerca de un centenar de indígenas acudieron a una Fiscalía rodeada de vallas. Casi un centenar de policías del eje preventivo, de mantenimiento del orden, en motos y uniformados con perros amaestrados la custodiaban. En los exteriores de la institución, en el norte de Quito, hubo consignas y advertencias de que ‘la lucha sigue y octubre vive, vive’.

A pesar del incremento de casos de COVID-19 en el país, en la marcha de respaldo a los dirigentes lo que menos hubo fue distanciamiento. Entre los dos afrontan casi una docena de denuncias por los actos violentos de octubre de 2019. 

Este lunes fueron llamados en el expediente que investiga el presunto delito de secuestro ocurrido en el contexto de la protesta de octubre. Transmisiones en vivo por redes sociales y medios comunitarios dieron cuenta de la retención de policías y periodistas en el Ágora de la Casa de la Cultura de Quito. Hubo malos tratos y agresiones que se vieron en directo.

Al final de su comparecencia, Vargas, quien no lucía su corona de plumas, dijo que tendrán que justificar que estuvo “secuestrando a los policías o fue él que dio todas las garantías para que no haya ningún tipo de agresión”. Añadió que van a demostrar que es persecución política.

Iza, por su parte, dijo que los hechos de la Casa de la Cultura se dieron por la muerte de un dirigente y que lo que hizo el movimiento indígena es precautelar la vida de los policías.

Para Iza hay que determinar el nivel de responsabilidad en el contexto general, que es lo que debe investigarse y no ‘particularidades’. Dijo que el único responsable es el Gobierno. Instigación al sabotaje y terrorismo, entre otros son investigados.