Francisco Febres Cordero publicó ‘El sabio ignorado’. La obra rescata la trayectoria política y literaria del quiteño.

Jacinto Jijon regresa desde el olvido

Francisco Febres Cordero nació el día en que Jacinto Jijón murió. Su madre se lo recordaba constantemente y así, incluso en la infancia, el autor forjó una inusual relación con la memoria del destacado quiteño, quien fue político, empresario y arqueólo

Francisco Febres Cordero nació el día en que Jacinto Jijón murió. Su madre se lo recordaba constantemente y así, incluso en la infancia, el autor forjó una inusual relación con la memoria del destacado quiteño, quien fue político, empresario y arqueólogo a la vez.

‘El sabio ignorado’, biografía novelada que recuenta la vida de este exalcalde capitalino, le tomó dos años a su autor. La pieza publicada, sin embargo, no es la única novela a su haber. La primera versión de la obra, no obstante, nunca verá la luz del día.

“Era muy académica, llena de citas y notas de pie de página. Lo descarté y empecé de nuevo, esta vez siendo yo quien lo escribía”.

Así, el ‘Pájaro’, apodo con el que se conoce al autor, pasó de ser solo el escritor de la novela, a un protagonista dentro de la misma. Esta inicia durante su infancia y hace un recuento de la biblioteca de Jijón, la cual fue reconstruida cuatro veces, una por cada uno de sus exilios políticos.

Así, de a poco, Febres Cordero aborda la vida y trayectoria de un personaje cuya sombra admiraba y a la vez temía.

“Me fascinaba cómo una persona, en tan corto tiempo, pudo hacer tanto. Nunca estuvo quieto, era un motor de producción”, comentó durante el lanzamiento de la obra en el Puerto Principal, realizado esta semana.

Pero, a más de hacer una retrospectiva de Jijón, ‘El sabio ignorado’ plasma el país de aquel entonces; uno de extrema pobreza y profundas injusticias sociales.

Narrado desde el complejo mundo aristocrático quiteño de inicios del siglo XX, Febres Cordero no deja detalle sin contar. Desde la estadía en el Ritz de su protagonista y su madre a lo largo de cuatro años, hasta el palacete donde este vivía y los uniformes de los pequeños pajecillos sacados del campo y destinados a servir a la familia durante toda su vida.

La capital que describe es una ciudad sucia, de basura en la calle, de indígenas denigrados y excluidos. A la vez, es una que convive en medio de las contradicciones y de las complejas relaciones que se desarrollan entre clases sociales; un telón sobre el que se construyó el Ecuador de hoy.

“Ese Quito es el que recuerdo”, afirmó el escritor durante el encuentro, que fue organizado en la librería Mr. Books. “Era importante contarlo, porque era el escenario político y social en el que vivió Jijón. Sin embargo, algo que siempre me sorprendió es que, a pesar de no tener que hacerlo, Jijón volvía luego de cada exilio. Pudo haberse quedado en Europa, como los ‘gran cacao’ de la época, pero su pasión por la patria lo obligaba a volver”.

El olvido es un elemento reiterativo dentro de la novela. Esto porque de Jijón queda poco. El Ministerio de Cultura y Patrimonio recibió la biblioteca que con tanto esmero forjó el protagonista, la Pontificia Universidad Católica del Ecuador recibió su museo y su casa fue declarada patrimonio. Pero pese a sus contribuciones en la política y la ciencia, su nombre es uno que los estudiantes de nuestro país no conocen.

Al respecto, el escritor considera que en esto influyeron las tendencias políticas del quiteño, que fue firmemente conservador y religioso, en un país con reacciones complejas hacia el conservadorismo y el poder.

Pero el vaso está medio lleno. Gracias a esta entretenida novela, Jacinto Jijón es un personaje del que los lectores solo podrán enamorarse.

BIOGRAFÍA DEL AUTOR

Nació en 1934. Realizó estudios de periodismo en la Universidad de Syracuse y en la Universidad de Miami. Ha publicado numerosas obras, entre ellas poemarios y novelas. Entre sus trabajos más conocidos están ‘El corresponsal de la tristeza’ y ‘Apuntes de un pasajero’.