A donde iran los muertos

Los seres vivos en ningún momento pedimos venir a este mundo, somos causa de un amor o de un desamor. Todos queremos disfrutar de esta vida que es muy corta, por consiguiente debemos aprovechar cada momento, día, semana, mes y año que nos brinda esta grandiosa vida. No soy muy creyente, los cristianos ya tienen su definición de a dónde van a llegar. Saber a dónde irán los muertos es como decir que estamos en condiciones de determinar cuándo vamos a morir.

La Santa Biblia también es clara en decirnos dónde van los muertos. En Eclesiastés 12:7, dice: “Y el polvo vuelva a la tierra, como era, y el espíritu (rûaj) vuelva a Dios que lo dio”.

El “espíritu” que vuelve a Dios no es una “entidad consciente” que pueda ver, oír y pensar, sino que es el don de la vida que Dios da, y que unida al cuerpo constituye un ser humano. En otras palabras, ese “espíritu” o “soplo” de vida, separado del cuerpo humano, no tiene ninguna capacidad de sentir, pensar, oír, ver o actuar. La vida regresa a Dios porque Él es el Creador. El cuerpo vuelve a la tierra, ya que de ella fue formado. He conocido a muchas personas que lamentablemente han fallecido, como José José y Camilo Sesto, que llegaron a la fama, pero de nada les valió el triunfo que lograron en la Tierra porque todos somos iguales frente a la muerte.

Lic. Ricardo Ordóñez J.