Miles de personas llegaron hasta el Congreso para manifestarse contra la investidura de Rajoy, a la que entienden como “ilegítima”. El rey Felipe VI firmará hoy el decreto de elección.

Fin a la interinidad en Espana, vuelve Rajoy

España puso fin ayer a diez meses de bloqueo político invistiendo nuevamente presidente del Gobierno al conservador Mariano Rajoy, quien prometió mantener su rumbo pese a estar en clara minoría en un Congreso fragmentado.

España puso fin ayer a diez meses de bloqueo político invistiendo nuevamente presidente del Gobierno al conservador Mariano Rajoy, quien prometió mantener su rumbo pese a estar en clara minoría en un Congreso fragmentado.

El líder conservador de 61 años consiguió 170 votos a favor de su Partido Popular (137), el liberal Ciudadanos (32) y una diputada regionalista de Canarias, y la abstención de 68 diputados de su histórico rival, el Partido Socialista (PSOE).

Permitir un régimen conservador dejó quebrado al PSOE e incluso provocó la renuncia al escaño de su exlíder, Pedro Sánchez, desbancado por una rebelión interna por su firme oposición a Rajoy.

Pero el conservador, en el poder desde 2011, reclamó estabilidad para su futuro Gobierno. “España necesita algo más que una simple investidura, necesita un Gobierno que esté en condiciones de gobernar, no de ser gobernado”, dijo en un discurso ante los diputados.

Pero el portavoz socialista, Antonio Hernando, avisó que no piensan “convalidar sus odiosas reformas” laborales, y se dedicarán “a vigilar cada paso que dé”.

Intentando erigirse como principal portavoz opositor, el líder de Podemos, Pablo Iglesias, arremetió contra “la humillación” socialista y aseguró que, al no cambiar su política, Rajoy ha sentado las bases para que tarde o temprano su formación termine gobernando.

Rajoy no la tendrá fácil para gobernar con 137 diputados sobre 350. Nunca un Gobierno había tenido tan escaso apoyo parlamentario, por lo que se avecina una legislatura “más turbulenta de lo que ha sido cualquiera de las anteriores”, estima el profesor de Ciencias Políticas Pablo Simón.

Aunque prometió diálogo en temas clave como la educación, pensiones, empleo o el proceso independentista en Cataluña, dejó claro que no cambiará sustancialmente su política.

Una de las primeras medidas a tomar será el impopular recorte de 5.500 millones de euros en 2017 para respetar el objetivo de reducción del déficit público pactado con Bruselas, rechazado por una gran mayoría parlamentaria.