Insustituibles

Nadie podrá discutir que las 3 columnas del Estado están dadas por la Procuraduría y Contraloría Generales del Estado así como por la Fiscalía General de la Nación.

Nicolás Parducci Sciacaluga, designado como procurador por el Congreso Nacional, orientó su acción hacia la coordinación adecuada de criterios y acciones en defensa de los intereses nacionales, mediante una acertada campaña de moralización administrativa a la que estaban convocados todos los ecuatorianos, especialmente, quienes desempeñaban altas y delicadas funciones, recalcando que la independencia no significaba distanciamiento o rivalidad, al abrir una posibilidad de colaboración en un ambiente de igualdad, para beneficio de una más oportuna y mejor administración de justicia. Aplicó frontalmente aquel aforismo conocido: “Lex dura lex”.

Hugo Ordóñez Espinoza decía que los pillos fugan sin control al exterior. Corrupción, viejo flagelo que se expande sin freno, contamina a la sociedad, a niños y jóvenes, quienes ven que el asalto a los bienes del Estado es normal. Mensaje perverso: te haces político, llegas a un puesto público, haces “negocios”, sales del país, no te sancionan y luego de un tiempo vuelves como próspero personaje.

Ejemplo de valentía y honestidad fue uno de los contralores más rectos y aguerridos del siglo XX, que con ética, total independencia y la ley a cuestas, defendió a brazo partido los recursos públicos. Jamás le tembló la mano al sancionar a rivales políticos o amigos.

Edmundo Durán Díaz, autor de libros, ensayos y artículos jurídicos, gran académico y maestro, fue un jurista de talento excepcional que gozaba de una extraordinaria claridad expositiva y una capacidad de síntesis difíciles de encontrar.

Propugnaba que se obligase al Estado y a las instituciones públicas para que incluyeran los presupuestos de las obras que licitan o concursan entre los documentos a ponerse en manos de los interesados en participar como contratistas. Fiscal de lujo.

Quienes ocupen estos cargos, quizás los igualarán, pero difícilmente podrán superarlos. ¡La patria está alerta!

Y sigo andando...

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