Su estreno iba a coincidir con una de las citas automovilísticas más importantes del año, el Salón Ginebra 2017, pero antes por el Mobile World Congress de Barcelona, en España, y se lució como “el carro del futuro”. Se trata del Peugeot Instinct Concept, el nuevo prototipo de la marca que llegó a revolucionar la tecnología y conectividad con una conducción autónoma a otro nivel.

La clave no estará solo en que el auto lleve al conductor, sino que el usuario sea quien tenga la libertad de elegir si manual o autónomo. Para ello creó una nueva plataforma denominada ‘Samsung Artik Cloud’, herramienta conectada a un reloj inteligente, al smartphone, o incluso al hogar, que permite que el auto se convierta en una fuente de información más y aprenda de las rutinas y preferencias del conductor para así adelantarse a sus deseos y necesidades.

El Peugeot Instinct Concept incluye cuatro modos de desplazamiento: dos de conducción -Drive Boost y Drive Relax- y dos autónomos -Autonomous Sharp y Autonomous Soft-.

El primero se basa en la conducción dinámica, mientras que en el segundo el conductor sigue teniendo el control pero entran en juego los sistemas de asistencia como la conmutación automática de los faros o del regulador de velocidad activo. En modo autónomo, el conductor puede ver una película, leer un libro o descansar mientras es llevado a su destino.

La arquitectura interior gira en torno al Responsive i-Cockpit, que -al activar el modo autónomo- hace que el volante se oculte en el salpicadero y el pedal del acelerador quede difuminado en el bastidor. Aún así, el conductor tiene el control y, además de contar con una pantalla de 9,7 pulgadas en la consola central, el i-Device, situado entre el conductor y el acompañante, permite, con gestos, adelantar al vehículo y cambiar el modo de conducción. Los pasajeros también pueden comunicarse con el auto a través de un chatbot, un asistente por control de voz.