El protagonismo inesperado recayó en los insultos racistas y gritos de mono proferidos por una parte de la afición búlgara hacia los jugadores ingleses.

Ingleses denuncian racismo de Bulgaria

Los futbolistas de la selección inglesa fueron víctimas de varios gritos racistas en el partido que derrotaron a Bulgaria en su capital: Sofía.

La Federación Inglesa de Fútbol (FA) anunció hace instantes que pedirá a la UEFA la investigación pertinente por los gritos racistas recibieron sus jugadores durante la victoria 6-0 contra Bulgaria.

“Podemos confirmar que varios jugadores ingleses fueron objeto de abominables cánticos racistas durante el partido clasificatorio para la Eurocopa-2020 ante Bulgaria. Es inaceptable en cualquier nivel de la competición”, escribió la FA en un comunicado.

Al informe del ente deportivo inglés, se sumaron las palabras el entrenador principal, Gareth Southgate, quien criticó este acto que obligó la paralización del encuentro en dos ocasiones en la primera parte. “Avisamos inmediatamente cuando escuchamos algo. Tuvimos comunicación en todo momento con el cuarto árbitro y con el árbitro principal. Yo estaba en contacto con los jugadores. Todos sabemos que es una situación inaceptable”, explicó el DT.

“Pediremos a la UEFA un comunicado urgente” sobre esos hechos, prosigue la FA, que indicó ser “tristemente consciente de que no es la primera vez en que nuestros jugadores son objeto de este tipo de insultos”.

Durante el partido en Montenegro ya varios jugadores habían sido la diana de gritos de mono. Ahora en Sofía, el protagonismo inesperado recayó en los insultos racistas y gritos de mono proferidos por una parte de la afición búlgara hacia los jugadores ingleses.

Una tribuna del estadio Vasil Levski de Sofía fue cerrada para el partido por gritos racistas en los duelos de junio ante Kosovo y República Checa, lo que no evitó que Tyrone Mings, Marcus Rashford y Raheem Sterling sufrieran los insultos racistas.

El árbitro croata Ivan Bebek mantuvo conversaciones con jugadores y entrenadores de ambas selecciones. Previamente, y conforme al protocolo de la UEFA, el ‘speaker’ del estadio hizo un llamamiento a que cejasen de su actitud.

Tras comprobar su nulo efecto, el árbitro estuvo a punto de detener el partido y enviar a los dos equipos al túnel de vestuarios.

“Nos las hemos arreglado para mandar dos declaraciones hoy, ganando el partido y haciendo notoria la situación para todo el mundo. El partido se paró dos veces y sé que eso no será suficiente para algunos”, añadió el seleccionador inglés.

Mientras que uno de los futbolistas de los Tres Leones, el defensor Tyrone Mings, confirmó que los jugadores tomaron la decisión de continuar con el partido. “Tomamos la decisión de jugar lo que quedaba (antes del descanso) y tomar una decisión en el vestuario. Todos fuimos partícipes de la decisión”, finalizó el central del Aston Villa.