La incultura y descuidos de quienes no clasifican la basura debe terminar
Caminaba por la acera de una calle principal de La Alborada cuando me percaté de que habían arrojado dos cáscaras de guineo al piso. Las recogí y deposité en un tacho de basura cercano, pensando que alguna persona podría caer al resbalar con ellas. Y solo es una muestra de la incultura de ciudadanos descuidados que puede causar muchos problemas e inconvenientes en la colectividad. Persiste la mala costumbre de conductores negligentes que no dejan de usar el celular mientras manejan, pese al riesgo que representa y a las sanciones contempladas en las leyes de tránsito. Asimismo, transeúntes no utilizan los pasos peatonales elevados en avenidas y vías de alta circulación vehicular, corriendo inminente peligro, incluso de morir atropellados.
La falta de cultura también se manifiesta dentro y fuera de escenarios deportivos donde “hinchas del fútbol” se agreden de manera violenta bajo cualquier pretexto o lanzan piedras a la Policía cuando acude a restablecer el orden. O en buses con pasajeros indolentes e insensibles que no ceden el asiento a personas mayores, mujeres embarazadas o que llevan niños en brazos. También se refleja en ciudadanos que no clasifican la basura (poner botellas plásticas aparte para que los recicladores no rompan las fundas) o la sacan fuera de los horarios establecidos.
Lic. Jhonny Muñoz Lima